Qatar acogerá por primera vez, del 8 al 12 de marzo, un torneo femenino de la Federación Internacional de Vóley-Playa (FIVB). Tendrá lugar en Doha, concretamente en Katara Beach, y pese a la negativa inicial por parte de los organizadores, las mujeres podrán ... participar en él con su vestimenta habitual, el bikini.
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En un primer momento, y como se recogía en uno de los artículos del reglamento de dicho evento, todas las jugadoras debían utilizar, tanto en los entrenamientos como en los partidos, "una camiseta de manga corta por debajo de la camiseta oficial, así como pantalones cortos que lleguen hasta la rodilla", con el fin de "respetar la cultura y las tradiciones locales". Esto había generado un gran revuelo, sobre todo después de que en 2019, en los Juegos Mudiales, que también se celebraron en Doha, se permitiera el uso del bañador.
Dos de las jugadoras más destacadas en este deporte, las alemanas Karla Borger y Julia Sude, iniciaron un boicot que ha surtido efecto. Ambas aseguraron hace unos días que no estaban dispuestas a participar en una competición con esas medidas. "Viajamos para hacer nuestro trabajo, pero nos impiden llevar nuestra ropa de trabajo", aseguró Borger en una radio germana. "Es el único país y el único torneo en el que el gobierno nos dice cómo tenemos que hacer nuestro trabajo", criticó la subcampeona del mundo.
Borger quiso matizar que no tenían ningún problema en adaptarse a cada país en el que van a competir, pero en este caso los partidos van a ser disputados bajo "un calor extremo", con temperaturas que se espera que ronden o superen los 30 grados, por lo que veían inviable acatar esas estrictas normas de vestimenta, que les obligaba a jugar con varias prendas de ropa encima. Esto hizo además que la jugadora cuestionara en voz alta si Qatar era un país adecuado para albergar este tipo de eventos, tanto por el calor y la humedad que ya provocaron algunos problemas en el Campeonato Mundial de Atletismo el año pasado, como por todo lo que tiene que ver con los derechos humanos y el trato hacia la mujer.
Debido a las críticas, y a que ya en ocasiones anteriores han hecho excepciones en otros eventos deportivos, como en el citado anteriormente, la Federación Catarí de Voley (QVA) ha terminado por recular, eliminando la prohibición del uso del bikini, asegurando que no habrá ninguna prohibición sobre la vestimenta de las jugadoras. "Si solicitan llevar su ropa habitual, serán libres de hacerlo", aseguran desde la Federación Internacional de Vóley-Playa (FIVB), zanjando así la polémica.
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