Resulta universal en todos los deportes la escasa relevancia que se le da a la figura del árbitro. Todos sabemos que ser árbitro es una profesión difícil, pero, como en todos los ámbitos de la vida, más difícil es ser la excepción.
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Cuando hablamos ... de pioneras en el arbitraje de competiciones masculinas, me viene a la cabeza Violet Palmer. Una mujer afroamericana que rompió varios tabús en la mejor liga de baloncesto del mundo. En 1997, Violet Palmer se convirtió en la primera en arbitrar un partido de la NBA, siendo la primera mujer en dirigir un partido de 'play-off' en el año 2006 y la primera en formar parte del equipo arbitral en el All Star Game 2014. Sin embargo, lo idílico de la historia contrasta con la realidad de la carrera de Violet en la mejor liga de baloncesto del mundo. Durante sus años de carrera tuvo que enfrentarse al machismo y a las críticas por ser mujer. En España, Pilar Landeira fue la pionera. Entre 1992 y 2004 arbitró en la ACB. Actualmente, Esperanza Mendoza es la única colegiada de Liga Endesa.
Por lo que al fútbol se refiere, Bibiana Steinhaus y Stephanie Frappart, han sido las precursoras en el mundo del arbitraje femenino. En España, Rosa Bonet se rebeló contra el 'establishment' que apartaba a la mujer del arbitraje a principios de la década de los ochenta. Las árbitras representan un 5% del total de los árbitros españoles. Sólo 650 árbitras. Desde la pasada temporada, La Liga Iberdrola ha apostado por una discriminación positiva, haciendo que la competición sea arbitrada solo por mujeres: 22 árbitras principales y 22 asistentes. En la temporada 2020-2021 sólo hay una primera árbitra en La Liga Santander, Guadalupe Porras, que ejerce como asistente en la mejor liga del mundo.
Las árbitras de fútbol y baloncesto son un ejemplo del crecimiento del deporte femenino español. Aún son la excepción, pero el lado positivo es que ya son algo. Hasta hace unos años ni siquiera eran la excepción. La carrera de estas pioneras ha sido de vital importancia en el mundo del deporte, ya que abrieron y están abriendo la puerta para que otras mujeres tengan acceso a una profesión dominada por hombres.
Hoy muchas de ellas son tratadas como pioneras, pero pocos recuerdan las penurias pasadas por muchas de ellas para llegar a la élite o, simplemente, para hacerse respetar en esa compleja tarea de impartir justicia entre dos equipos.
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