Buscar sus sueños lejos de lo tradicional, ajena a lo cotidiano y derribando las barreras que se le ponen por el camino. Si hablamos de alguien poco tradicional y que ha echado abajo todas las puertas que le intentaron cerrar me viene a la cabeza ... Paloma Pujol, campeona de un deporte prácticamente desconocido en España, que consiste en evitar que una pequeña pelota caiga al suelo a base de dar toques. El Footbag.
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La historia de esta campeona comienza en un pequeño pueblo mejicano, Tequisquiapan. Hija de emigrantes españoles, se caracterizó desde pequeña por ignorar el camino pautado para las mujeres y comenzó a jugar al fútbol. Paloma, siendo una niña y gracias a su insistencia, consiguió que le hicieran una ficha de chico para poder jugar en un equipo. Esta situación duró casi un año, jugando con el nombre de Javi. Imaginaos la sorpresa de la joven Paloma cuando en 1999, con 13 años, vino a España y descubrió que podía jugar en equipos femeninos sin tener que utilizar un nombre e identidad falsas.
Ya en Madrid, jugó unos cuantos años en equipos femeninos de fútbol hasta que un día su madre le regaló una pequeña pelota rellena de diminutas bolitas de arena que se utiliza para dar toques sin que caigan al suelo, que serían el preludio del deporte que hoy se conoce como Footbag. Paloma es cinco veces campeona de Footbag. Pentacampeona a pesar de que un día un médico le dijo que no podría volver a tocar una pelota. Así ha sido toda su vida. Un reto constante seguido de una victoria continua. Superada la treintena Paloma es la máxima exponente del Footbag y bicampeona de España de Football Freestyle en 2018 y 2019.
Paloma ha sido la pionera del freestyle en España tanto para hombres como para mujeres. De esta manera a través del estilo libre, Paloma ha traspasado barreras en el deporte para las mujeres. Aunque no sea muy mediática, Paloma es una auténtica referente para los freestylers de todo el mundo. A pesar de sus éxitos, actualmente la vida de Paloma es una auténtica dicotomía: puede estar actuando ante miles de personas en un estadio de fútbol o “actuando” ante la muchedumbre en las plazas de Madrid a cambio de lo que la gente tenga a bien recompensarle. Así es su vida. Pero ella lo afronta con una enorme sonrisa como se puede ver en el fenomenal documental 'All I need si a ball' de Elena Molina. Si algo se puede aprender de esta auténtica pionera es que todo en la vida es posible con esfuerzo, sacrificio y talento.
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