La mejor afición del mundo

Hola, ¿cómo están? ¿Ya se han recuperado de la primera final de Copa? Y de la indignación de las 'celebraciones' de la mejor afición del mundo, ¿de eso ya se han recuperado o están ustedes confinadas perimetralmente en Bilbao? ¡Ups! Mira que me había prometido a mí misma no sacar el tema pero no puedo resistirme.

Me viene a la mente la pregunta que lanzaba mi amiga Miren en su Facebook ilustrada por una foto de hinchas ocupando la calle Pozas sin respetar ninguna de las normas del protocolo pándemico. ¿Qué hubiera pasado si todas esas camisetas rojiblancas fueran moradas y en vez de una final de copa fuese una manifestación reivindicando los derechos de las mujeres? Tengo mi propia teoría pero les dejo que armen sus propias respuestas.

Las celebraciones que alcanzaron su máximo apogeo alrededor del campo de San Mamés se realizaron en toda Bizkaia: casas, bares, plazas, calles con más o menos respeto pandémico. Me llama la atención que solo el fútbol es capaz de despertar tanta acción (no me acostumbro). Solo el fútbol es capaz de generar esa potencia de tomar las calles a lo grande.

«Es que para mucha gente es su única ilusión», me comenta otra amiga. Y ahí es cuando caigo en que la tragedia es mayor de lo que me imaginaba. ¿Que la gente no tiene más ilusiones en la vida que el fútbol? ¡Pero señores, por el amor de las diosas, levanten la cabeza y miren alrededor! No me vengan con el drama de que la situación es insostenible, que si la pandemia, que si tal...

Miren, estoy de acuerdo en que las circunstancias globales no son las mejores, por eso les invito a que se fijen en lo pequeño, lo micro, lo personal, lo íntimo. Aquella parcela de su vida en que ustedes pueden marcar la diferencia y encontrar ilusiones hasta debajo de las piedras.

No se agarren a una final de Copa, que ya ven que tampoco dura tanto la alegría, fíjense en las pequeñas cosas. Miren a su alrededor y celébrense como personas. Alégrense de que hoy han abierto los ojos y seguían vivos, por ejemplo. Quizás puedan ilusionarse porque tienen amistades, o por que su familia está bien. Quizás les genere algo de ilusión ver a sus criaturas crecer...

¿Me estoy poniendo muy happy flower para su gusto? Cómo quieran... Solo les pido que prueben a parar, respirar e ilusionarse con la idea de estar vivos. Generen ilusiones pequeñas, diarias y compártanlas con la afición rojiblanca sean, de verdad, la mejor afición del mundo.