E. C.

Enriqueta Basilio, la llama de la igualdad

La atleta mexicana se convirtió en un símbolo de su época al ser la primera mujer en encender el pebetero olímpico, en 1968

Martes, 18 de mayo 2021

A dos meses de los Juegos Olímpicos de Tokio me ha venido a la cabeza la fascinante historia de Enriqueta Basilio. Esta atleta mexicana fue la primera mujer en encender el pebetero olímpico. Fue en las Olimpiadas de México 1.968.

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Los orígenes ... de Enriqueta eran muy humildes. Además de crecer en el seno de una familia muy numerosa que se dedicaba a producir algodón, la mexicana tuvo que ir superando los prejuicios que todas las mujeres mexicanas -y del resto del mundo- sufrían por el mero hecho de practicar un deporte considerado, en aquella época, 'solo para hombres'. En el caso de Enriqueta su propia familia le impedía practicar atletismo por considerarlo "poco femenino".

Para ella fue un auténtico éxito el simple hecho de llegar a ser profesional. Solo gracias a su calidad individual y a su dedicación constante consiguió mostrar su talento a todo el planeta. Sin olvidar a su entrenador polaco que convenció a su familia para que Enriqueta se marchara a la capital. Desde su marcha, la mexicana fue un talento en bruto que deslumbró a nivel nacional en las pruebas de atletismo hasta convertirse en campeona nacional en la carrera de 80 metros con vallas antes de llegar a las Olimpiadas.

Llegamos a los Juegos del 68. Estos gozaron de varios episodios recordados a nivel mundial; sin embargo, el momento que marcó un hito en el deporte fue el de Enriqueta Basilio, siendo la primera mujer que encendió el pebetero olímpico. La mexicana se convirtió en un símbolo de época. Una verdadera pionera en una época en la que apenas se hablaba de los derechos de la mujer; cuando una joven Enriqueta de solo veinte años fue la encargada de encender la llama olímpica, con un público igualmente encendido aplaudiendo a la mexicana.

Esta actuación que, en la actualidad, puede parecer lo más normal en el mundo del deporte, supuso un símbolo de paz en una época convulsa en prácticamente todo el mundo y, sobre todo, en México. Hace más de cincuenta años Enriqueta estaba luchando por los derechos de las mujeres, reivindicando la igualdad mientras volaba por una pista de atletismo. Enriqueta fue una de las mujeres que despejó el camino a otras deportistas y que debe ser el ejemplo de cualquier joven que se esté iniciando en la práctica del deporte.

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