Un Athletic Club de lectura especial

También hay Clubes de Lectura ocasionales, y, uno de ellos, el que iba a reunir a nuestra futbolista, Garazi Murua, con la escritora y periodista, June Fernández, ha debido aplazarse por un motivo más que justificado: la firma del primer convenio del fútbol femenino, acto al que Garazi ha sido convocada y que representa un logro importante después de una larga lucha por parte de todas las futbolistas.

El libro que había elegido Garazi se titula: «10 ingobernables. Historias de transgresión y rebeldía» y también habla de batallas por la dignidad. «Diez historias de gente ingobernable, de gente de aquí y de allá que prefiere complicarse la vida que asfixiarse en el estrecho y absurdo modelo de normalidad». Podría decirse que, al menos en el mundo del fútbol, el Athletic Club también prefiere salirse de lo establecido y recorrer su propio camino, así que la elección de Garazi abre conexiones hasta ahora inexploradas.

Como curiosidad, una de las historias del libro, «Todo es una bola», transcurre, aunque sea de manera testimonial, en Bilbao un día de derbi, con hordas de hinchas de poteo celebrando la previa al partido, cantando y animando en calles y bares, mientras que, en el mismo lugar y al mismo tiempo, «cinco gordas sin domesticar» charlan sobre la Gordofobia y fundan el colectivo Ramonak. En la vida ocurre igual: el fútbol y el feminismo comparten un mismo escenario sin que la mayoría de las veces se encuentren puentes que unan estos dos mundos.

A veces me pregunto si esta separación, si esta incomunicación, no es incluso provocada por terceras partes interesadas en reproducir un modelo de fútbol, por decirlo en una sola palabra, machista. Así que considero importante que estas vías de enlace entre fútbol y feminismo se establezcan, como ocurrirá próximamente gracias a la elección de Garazi Murua. Lo es para la sociedad y lo es para el Athletic, cuyo proyecto intenta ser, sin perder ni su esencia ni identidad deportiva, cada vez más plural, inclusivo y accesible. En ese recorrido, los puntos de vista diferentes, novedosos, especializados, ajenos a los árboles que te impiden ver el bosque, siempre resultan enriquecedores.

Puntos de vista como el de June Fernández, cuya perspectiva feminista, crítica y, hasta cierto punto transgresora, se une a la de otros artistas que ya han pasado en los últimos años por los Clubes de Lectura organizados por la Fundación o por sus festivales culturales: el de cine, Thinking Football Film Festival, y el de literatura, Letras y Fútbol. Queda mucho camino por recorrer, y el feminismo debe ser uno de nuestros aliados. Ojalá se organicen más actividades que construyan puentes entre feminismo y fútbol.