Lara Lugli en el transcurso de un partido cuando aún era jugadora de voleibol. FACEBOOK

Lara Lugli, abanderada del derecho a la maternidad de las deportistas

La italiana acaba de ganar la batalla a su equipo, que le mandó ante un juez para que cubriera las pérdidas económicas generadas por su ausencia tras quedarse embarazada

L. G.

Jueves, 20 de mayo 2021, 22:48

Cuando se quedó embarazada en 2019, Lara Lugli era consciente que eso supondría el final de su contrato con su club, pero esta jugadora de voleibol italiana estaba lejos de imaginar que se iba a convertir en una abanderada de la lucha de las deportistas ... por defender su «derecho a la maternidad». «Espero haber abierto la vía al cambio», asegura, después de haber puesto hace dos años fin a su carrera deportiva tras haber jugado en numerosos clubes, de la primera a la tercera categoría, durante más de dos décadas.

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El pasado mes de marzo, ya con 41 años y reconvertida laboralmente en el sector de los seguros, desveló el conflicto que le oponía a su antiguo club. El Volley Pordenone rechazaba pagarle sus últimos salarios (unos 2.500 euros según ella) al estimar la entidad, entonces en segunda división, que había sido penalizado por el embarazo de su capitana.

En un mensaje en Facebook, en la víspera del Día Internacional de la Mujer, Lara Lugli explicó cómo su contrato quedó interrumpido en marzo de 2019 después de saber que estaba esperando un hijo, tal como preveía una cláusula del acuerdo. Después sufrió un aborto, pero ya no regresó a las pistas. La sorpresa fue que cuando reclamó a la justicia el pago de su último salario, recibió una citación para comparecer ante un juez: su club le reprochaba las consecuencias financieras de su marcha, con la renuncia de un patrocinador por los malos resultados.

Lara Lugli explotó posteriormente en las redes sociales. "Una mujer, cuando se queda embarazada, no puede suponer daño de ningún tipo". El mensaje emocionó a su país, y fueron muchas las futbolistas italianas que quisieron solidarizarse con ella colocando el balón debajo de su camiseta en los partidos, a modo de homenaje, abriendo de nuevo el debate sobre los derechos de las deportistas.

"Me esperaba tener algo de eco en el mundo del voleibol, pero no todo esto. Muchas chicas se pusieron en contacto conmigo, a las que les había ocurrido lo mismo, para darme las gracias", explicó Lugli. Escribir el mensaje, con el apoyo de su pareja, también jugador de voleibol, no fue sin embargo simple para ella, temerosa de desvelar su vida privada. "Días ante había visto en los escaparates frases de mujeres célebres con ocasión del Día Internacional de la Mujer. Frases de Isabel II o de Rita Levi-Montalcini (premio Nobel), y me inspiraron".

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La exdeportista niega que se tratase de una cuestión de dinero. "Se insinuó (por el club) que yo había programado este embarazo y que habría querido, no sé cómo, aprovecharme... Es una ofensa para la atleta, no solo para la mujer". Tanto dirigentes deportivos como responsables políticos se han posicionado desde entonces en Italia a favor de la causa. "No deberían nunca más reproducirse casos como el de Lara Lugli, que recuerdan periodos sombríos de la historia del trabajo", declaró la subsecretaría de Deportes, y varias veces medallista olímpica de esgrima, Valentina Vezzali.

Pese a los apoyos recibidos por parte de dirigentes, la exjugadora de voleibol les ha querido lanzar un toque de atención, para que no se quede solo en palabras. "Si realmente mi historia les ha sorprendido, no deberían de haber sido así porque son cosas que deberían saber. Cualquier mujer deportista, incluso de la Serie A, tiene este tipo de contratos".

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«Práctica indigna»

La asociación de defensa de deportistas Assist confirma que su caso "no es único" y que no hace más que poner en evidencia "una práctica indigna". En Italia todo el deporte femenino se considera amateur, sea cual sea la disciplina y categoría, no acogiéndose al derecho laboral. "Esto debe cambiar... Entrenarse todos los días y jugar el fin de semana, eso es profesionalismo", reivindica Lara Lugli. Para ella, el conflicto acabó bien, ya que su antiguo club le pagó el salario reclamado y retiró la citación judicial, pocos días antes de la audiencia prevista esta semana. Además, ha conseguido que la Federación de Voleibol cree una comisión para proteger a las deportistas y anuncie la puesta en marcha de un fondo para apoyar el derecho a la maternidad. Lara Lugli "entendió que su batalla era por todas", destacó la presidenta de Assist Luisa Rizzitelli. "Ha conseguido, como nunca antes, dar voz a una pelea que llevamos desde hace años".

Y es que ser una deportista de alto nivel y tener un hijo sigue siendo para muchos actividades difíciles de conjugar. Aunque en los últimos años se han dado pasos adelante en este terreno, aún queda por librar un duro combate por las bajas por maternidad y la conquista de los derechos asociados. Una situación de indefensión que obliga a numerosas deportistas a renunciar o posponer su deseo de ser madre, o a no poder retomar su carrera una vez que han dado a luz.

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«Quedarte embarazada es el beso de la muerte para una mujer deportista»

Phoebe Wright

Estos últimos años las atletas estadounidenses, una disciplina en la que los deportistas dependen en gran medida de sus patrocinadores, han sido quienes más han denunciado las prácticas en contra de sus derechos. En mayo de 2019 Allyson Felix, séxtuple campeona olímpica, explicó las dificultades que tuvo con la marca deportiva Nike cuando se quedó embarazada, viendo sus ingresos reducidos. "Quedarte embarazada es el beso de la muerte para una mujer deportista", declaró Phoebe Wright, otra corredora estadounidense. Después de las palabras de ambas, y de la reacción que generaron, Nike anunció que revisaría las condiciones reservadas a las deportistas durante su embarazo.

En cuanto a los deportes de equipo, en los que la remuneración no depende tanto de los patrocinadores, la FIFA dio un gran paso adelante a finales de 2020 al imponer la baja por maternidad a sus 211 países miembros. Los clubes de fútbol que compitan a nivel internacional deberán ofrecer una baja "de al menos 14 semanas, ocho de ellas después del nacimiento", remunerada "como mínimo con los dos tercios del salario contractual" de la jugadora. La FIFA establece además la posibilidad de sustituir a la jugadora por otra y la obligación de los clubes de incluirla de nuevo en sus plantillas una vez haya dado a luz para proseguir con su carrera.

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En Francia, el balonmano, que cuenta con grandes campeonas madres de familia como Cléopatre Darleux, firmó en enero un convenio colectivo que establece de forma expresa una baja por maternidad con un año de mantenimiento del salario. Ejemplos también como el de la UCI, en el ciclismo en ruta, que impuso un seguro de maternidad a partir de 2020, ponen de manifiesto que cada vez el deporte tiene más en cuenta a las mujeres y principalmente a las madres, pero aún quedan muchas otras batallas por ganar.

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