Sunisa Lee, oro en gimnasia artística en Tokio 2020, sufre un ataque racista

Lee, nacida en Minnesota, esperaba un Uber junto a otras amigas de origen asiático cuando un coche apareció acelerando. Sus ocupantes comenzaron a proferir insultos racistas y frases pidiéndoles que «volvieran al lugar del que habían venido». Entonces, otro de los pasajeros roció el brazo de la campeona olímpica con spray pimienta.

«Estaba muy enfadada pero no había nada que pudiera hacer o controlar porque se escabulleron», confiesa Lee. «No les había hecho nada a ellos y, teniendo una reputación, fue difícil porque no quería hacer nada que pudiera meterme en problemas. Simplemente lo dejé pasar», lamenta la joven, quien se encontraba en Los Ángeles para participar en un concurso televisivo de baile.

Sunisa Lee nació en Saint Paul y su madre, Yeev Thoj, llegó a Estados Unidos cuando era una niña desde Laos y tiene raíces hmong. Los ataques racistas, en particular a los ciudadanos de origen asiático, se han disparado en el país norteamericano desde el comienzo de la pandemia de Covid-19. La asociación Stop AAPI Hate ha registrado al menos 9.000 incidentes entre marzo de 2020 y junio de 2021. El pasado mes de abril la karateka Sakura Kokumai, estadounidense de origen japonés, también fue abordada por un hombre que profería insultos racistas cuando entrenaba en un parque en California.