Rapinoe suma y sigue

La icónica jugadora se convierte así en la cuarta mujer de la historia que consigue esta distinción, en los 66 años de historia del premio, después de las tenistas Chris Evert y Serena Williams, y la atleta Mary Decker. La propia delantera aparece en la portada con un mazo en la mano, haciendo referencia a esa rebeldía, a su carácter reivindicativo que la ha llevado a enfrentarse hasta al mismo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, como férrea defensora de la igualdad de derechos tanto del deporte y del fútbol femenino como de los colectivos desfavorecidos de la sociedad y el movimiento LGTBI. Dice lo que piensa, sin miedo.

La revista razona su elección argumentando que Rapinoe domina "el deporte mundial (el fútbol), en el escenario mundial (la Copa del Mundo), incluso cuando estaba bajo el ataque de un líder mundial (el mencionado Trump)". "Desafió las percepciones de ella, de las atletas, de todas las mujeres. Lideró a sus compañeras de equipo, tres meses antes de su torneo de campaña, al demandar a la Federación de Fútbol de los Estados Unidos por el mismo salario y declarar por adelantado que no visitarían la Casa Blanca si ganaban la Copa", apuntan desde la editorial norteamericana.

Megan Rapinoe es un icono tanto para las niñas como para las mujeres. Con dos títulos mundiales en su palmarés, logrando además ser la MVP del último y más reciente Bota de Oro de la FIFA, atraviesa el mejor momento de su carrera a sus 34 años, pese a que en su equipo, el Reign FC, no haya destacado mucho este 2019. "Mi mayor temor es la claustrofobia, estar atrapado en lugares pequeños, y también que la gente pensara que soy un fraude", revela a la revista que le ha premiado, y que la acompañó en el transcurso de un campus que impartió en Greenwich.

"Estoy agradecida del lugar de donde soy, de la carrera y la vida que he tenido, de las cosas que he podido hacer, de las personas que he conocido... Soy del país de Trump. Pero ahora puedo viajar por el mundo y vivir en lugares muy liberales. Estoy más o menos en todos los mundos a la vez", asegura, lanzando una pregunta al aire tras repasar a todo lo que ha contribuido, a la visibilidad que ha aportado con sus gestos y sus palabras. "¿Estoy haciendo lo suficiente?". Su madre, en parte, lo tiene claro. "Ella es la voz que tanta gente no tiene", afirma orgullosa.