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Laura González y gorka seco
Jueves, 1 de octubre 2020
Siete meses después el balón volverá a rodar en la Primera Iberdrola. Tras una interminable espera, la máxima división de fútbol femenino nacional levantará el telón este sábado, en una campaña atípica que como el resto de competiciones estará supeditada a los cambios ... de última hora que puedan surgir por el coronavirus. Una pandemia que obligó al torneo a echar el cierre a falta de nueve jornadas el pasado curso, lo que ha conllevado que este año, al haber sido cancelados los descensos, sean dos equipos más, 18, los que presenten batalla, con las novedades del Eibar y el Santa Teresa, recién subidos de Reto Iberdrola.
Todos ellos pelearán por lograr la permanencia, que esta vez estará más cara que nunca ya que serán cuatro plazas, el doble que hasta ahora, las que marquen la zona caliente. El premio por ir a Europa también aumenta, logrando el pasaporte directo los tres primeros clasificados, uno más que en las últimas campañas.
Un mes más tarde de lo que en principio había marcado la Federación, dará inicio la edición número 33 de un torneo que cada año crece en competitividad, y que en esta ocasión viene marcado por la existencia ya de un convenio colectivo, aplicable de manera oficial desde el pasado agosto, y por la promesa por parte del Gobierno de convertir la liga en profesional la próxima temporada, la 2021-22.
Pero sobre todo esta campaña, que si nada lo impide se prolongará hasta el último fin de semana de junio, estará salpicada por un nombre propio, el del Real Madrid. El conjunto merengue estrena su proyecto femenino después de adquirir la plaza del Tacón, con la ambición de ser uno más en la lucha por las primeras posiciones, sabiendo que hoy en día el equipo que manda y el que marca el ritmo en España en el Barcelona, vigente campeón de liga, al que nadie pudo derribar el pasado curso.
Precisamente madrileñas y azulgranas se verán las caras este domingo en Valdebebas (13.30 horas) en la primera jornada, inaugurando los clásicos femeninos. Hasta el momento los duelos de máxima rivalidad los protagonizaban Barça y Atlético, los dos conjuntos españoles presentes en la pasada fase final de la Champions.
Las colchoneras impusieron su pegada en años anteriores, logrando de 2017 a 2019 las únicas tres ligas de su historia, después de que el Athletic consiguiera la última, en la 2015-16. Desde entonces las vizcaínas han repetido la quinta plaza, salvo hace dos años, cuando se hicieron con la tercera.
Precisamente calcar ese último cajón del podio era el objetivo marcado el pasado curso para las de Villacampa, y lo será más si cabe este, sabiendo que tiene el premio gordo, Europa. Las leonas levantarán el telón este sábado en Lezama ante el Dépor (16.00 horas), el mismo rival frente al que darán por concluida la temporada, en la que contarán con los refuerzos de la meta Amaia Peña y la centrocampista vascofrancesa Sophie Istillart, esperando no echar mucho de menos a Damaris y Maite Oroz.
El curso pasado el Barcelona se transformó en la liga en una auténtica apisonadora. El conjunto catalán fue proclamado campeón cuando el coronavirus lo paralizó todo, y lo hizo sin haber conocido la derrota, con 86 goles a su favor y tan solo 6 en contra. Con un equipo modelado para triunfar también en Europa, Lluis Cortés mantiene a casi todo el bloque del curso anterior, con las incorporaciones de Cata Coll y Giovana Queiroz. Además, recupera a Andrea Falcón y Lieke Martens, que el curso pasado arrastraron diversas lesiones.
Después de ver como el Barça se ha hecho con el cetro del fútbol femenino nacional en los últimos meses, el Atlético de Madrid se ha rearmado para tratar de recuperar su trono, ése que mantuvo desde 2017 a 2019, con sus tres ligas, tras la Copa de la Reina de 2016. Amenazado también por el desembarco del Real Madrid, el cuadro colchonero ha tenido algunas bajas reseñables como la de la meta Lola Gallardo y ha incorporado a varias jugadoras internacionales como Jade Moore, de Orlando Pride, y Grace Kazadi, cedida por el Olympique de Lyon.
La escuadra valenciana, una de los históricas de la Liga Iberdrola, es uno de los conjuntos habituales en la parte alta de la clasificación. Dispone de una plantilla muy competitiva, dirigida por María Pry, quien ha tenido que retocar bastante el vestuario tras sufrir hasta diez bajas este verano, algunas muy sensibles como la de Marta Corredera (al Madrid) y Ona Batlle (al United). En las dos últimas temporadas ha logrado acabar en tercera posición. Este año quieren al menos repetir. Su objetivo es la plaza extra que da acceso a la Champions.
El Dépor, primer y último rival del Athletic este curso, arranca la temporada con la intención de mantener el sensacional nivel de la pasada, en la que se convirtió en la revelación de la Primera Iberdrola en su estreno en la máxima división, con una más que merecida cuarta posición. Manu Sánchez sigue al frente de la nave gallega, que ha perdido a varias de sus jugadoras destacadas, como Teresa Abelleira, quien decidió poner rumbo al Real Madrid. Otras, como la vizcaína 'Peke', han decidido seguir creciendo en Galicia.
La pandemia de coronavirus salvó al Espanyol el curso pasado de sufrir una debacle sin precedentes. Colistas de la Primera Iberdrola desde el inicio, las 'pericas' no lograron sumar victoria alguna y solo el parón definitivo y la cancelación de los descensos le apartaron de una muerte anunciada. El club catalán quiere olvidar el peor año de su historia y para ello ha revolucionado totalmente el vestuario. Rubén Casado pasa a ser su entrenador y contará entre otras con dos prometedoras canteranas, Xenia y Vega, quienes impulsaron al filial a la segunda categoría.
Reciente campeón de la Euskal Herria Kopa, la Real Sociedad arranca este curso una nueva etapa con Natalia Arroyo al frente del banquillo. Su objetivo no es otro que dar un paso adelante, después de quedar entre la sexta y la octava posición en los últimos años. Campeón de la Copa de la Reina en 2019, el mayor éxito del club donostiarra hasta la fecha, aspiran a dar muchas más alegrías a su afición en los próximos meses. De momento han logrado mantener a su estrella, Nahikari, quien no podrá jugar en las primeras jornadas al arrastrar una lesión.
Sin muchas de sus piezas más destacas, como la venezolana Oriana Altuve, que ha hecho las maletas al Betis, el Rayo afronta una temporada de transición forzosa, en la que cumplirá dos décadas desde su fundación. Al frente del conjunto vallecano se mantiene Carlos Santiso, a quien le ha tocado recomponer la columna vertebral del equipo y tratar de dar forma a un vestuario resquebrajado, para convertirlo en competitivo. Sus dos primeras jornadas han sido aplazadas ya que empezó a entrenar más tarde, cuando se hizo público el protocolo para el fútbol no profesional.
Además de por la pandemia de coronavirus, esta pasada temporada no será muy recordada en el Sevilla. El conjunto hispalense cerró el curso en undécima posición, con seis victorias en su casillero y tan solo una como local. Con el aliciente de la semifinal de Copa ante el Barça, el cuadro dirigido por al argentino Cristian Toro se ha renovado a conciencia en todas las posiciones para tratar de volver a ser un conjunto competitivo y para intentar ser una alternativa más y luchar por los primeros puestos de la clasificación.
Directamente en la máxima categoría tras hacerse con la plaza del Tacón, el Real Madrid estrenará este curso su proyecto femenino. Está por ver cómo casarán todas sus nuevas piezas, promesas nacionales como la exrojiblanca Maite Oroz o la exdeportivista Tere Abelleira, y cómo se comportarán ante Barça y Atlético, clubes a los que, por la ambición blanca, pretende plantar cara desde el inicio. Un proyecto llamado a impulsar aún más el fútbol femenino en España que cuenta con David Aznar al frente de la nave, quien subió al Tacón a Primera.
Las de Iker Dorronsoro vuelven a la máxima división nacional femenina, donde reestrenarán una categoría en la que ya estuvieron dos años, en la temporada 2009-10 y en la posterior. Con las armeras serán tres lo conjuntos vascos este curso. El Eibar se ha propuesto dar mucha guerra y luchar por certificar la salvación, consciente de que será difícil la adaptación, pero con la intención de no ser un equipo «ascensor». Para ello ha mantenido la base del año pasado, sumándole algún fichaje destacado, como la mejor jugadora africana de 2018, la delantera Kgatlana.
El Sporting de Huelva es uno de los históricos del fútbol femenino español. Lleva dos años rozando el descenso y quiere este año poder tener una temporada más tranquila. Las de Antonio Sánchez se marcan el objetivo de recuperar las señas de identidad del cuadro onubense. Con una decena de altas, entre ellas destacan las incorporaciones de varias jugadoras con experiencia fuera, como Mayra Ramírez, llegada del Independiente de Medellín, y Mikela Waldman, del Maccabi Holon.
Esta será la sexta temporada en la Liga Iberdrola para el Granadilla. Ya desde su ascenso en 2015 el equipo canario ha ocupado las posiciones nobles de la clasificación, siempre en zona situada entre la séptima y la cuarta, excepto el curso pasado que se fue hasta la novena. Este año las de Francís Diaz buscarán volver a su lugar y el gran objetivo es estar entre los mejores seis equipos de la competición y lograr la ansiada regularidad.
El EDF Logroño afronta su tercera temporada consecutiva en el máximo nivel nacional. Un año en el que el equipo riojano quiere seguir creciendo y superar los grandes resultados obtenidos en la 2019-20. De hecho, aún tiene cuentas pendientes, como la semifinal copera ante el Athletic que será todo un aliciente y una oportunidad para ver a este prometedor equipo. El conjunto entrenado por Gerardo García finalizó en la séptima posición. Para esta que empieza se han reforzado, entre otras, con la olímpica sudafricana Vilakazi.
Durante los últimos años el Betis años ha hecho de la irregularidad su seña de identidad. Esto se confirmó sobre todo el pasado curso, al registrar su peor marca en la Liga Iberdrola firmando la duodécima plaza. Con Pier Luigi Cherubino de nuevo al mando, el conjunto verdiblanco espera recuperar la identidad perdida en los últimos meses. Acaba de conquistar la Copa Andalucía ante un competitivo Granada, y en su vestuario, con varios fichajes de nivel, destaca la joven delantera Aixa Salvador, que ya demostró sus intenciones en la cita andaluza.
Los malos números de la pasada campaña han servido como acicate para la revolución valencianista, también plasmada en el equipo femenino. Las de José Bargués ocupaban la penúltima posición cuando el coronavirus asaltó a todas las competiciones deportivas, después de solo sumar tres victorias. Muchas de las futbolistas del conjunto 'ché', entre ellas sus capitanas, abandonaron la entidad. Una de las bajas más notables es la de María Paz Vilas, que ha puesto rumbo al Betis. Un vestuario lleno de novedades, y muy joven, tratará de remontar el vuelo.
Es de los pocos equipos que no disponen de sección masculina, es decir, no tiene un soporte en la Liga Santander que le brinde estabilidad, cuestión que limita al club en el ámbito económico. Aún así, el Madrid CFF es una entidad que presume de tener las cosas claras y que ha apostado por crear un proyecto sólido, siendo esta su cuarta temporada en la máxima categoría. Su objetivo principal es no pensar solo en la permanencia. Con más de una docena de bajas, ha creado un bloque casi nuevo, con experimentadas jugadoras como Priscila Borja.
Dos años después el Santa Teresa de Badajoz vuelve a la máxima división femenina, tras su debut en primera en 2014. Un salto impulsado sobre todo por las veteranas Estefa y Belén, jugadoras que se mantienen en el equipo y que firmaron entre ellas una veintena de goles el curso pasado, lo que les hizo proclamarse campeonas del grupo sur de Reto Iberdrola. El conunto extremeño ha mantenido la base y ha reforzado todas las líneas para tratar de aferrarse con fuerza a la Primera Ibedrola sin pasar demasiados apuros por firmar la permanencia.
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