Pedro Sánchez ya no besa a las futbolistas de la selección española

Algo ha cambiado desde aquel mes de agosto en el que La Roja se proclamó campeona del mundo. Las internacionales españolas y la sociedad española en su conjunto se volcó para luchar por unas condiciones dignas para las futbolistas profesionales, así como para erradicar cualquier actitud machista hacia la mujer en los terrenos de juego. Aquel eslogan del #Seacabó, el alegato contra la violencia machista que llevó por bandera la fallecida María Jiménez en su famosa canción y que es considerado como el #Metoo español, calón hondo y dio la vuelta al mundo.

Tanto que los protocolos en los actos de celebración y homenaje a las futbolistas se han modificado. Ha sido muy llamativo. A diferencia de lo que hizo el pasado verano en la recepción en La Moncloa, cuando el equipo entonces dirigido por Jorge Vilda acudió a la residencia presidencial, Sánchez solo ha dado la mano a las jugadoras.

Entonces, el jefe del Ejecutivo de coalición se mostró efusivo y dio dos besos en la mejilla a cada una de las integrantes de la plantilla. Pero no por ello evitó afear la conducta de Rubiales con Jenni Hermoso, calificándola de «inaceptable».

En cambio, Pilar Alegría, la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y Portavoz del Gobierno, que ha acompañado a Sánchez en el acto de hoy, sí ha recibido con un par de besos a las futbolistas. El protocolo ha cambiado para los hombres, pero no para las mujeres que felicitan a otras mujeres.

«Ayer escuchaba a alguna de vosotras decir que este equipo no tiene techo, que después del Mundial y de esta Liga de las Naciones, vais a ir a por los Juegos Olímpicos, así que será un auténtico honor recibiros después de los Juegos Olímpicos con la medalla», las felicitó Sánchez. El presidente explicó a las internacionales el deseo del Gobierno, desde sus «humildes responsabilidades», de seguir «apostando por la igualdad en el deporte que es apostar por el deporte femenino». «Así que a disfrutar de este triunfo que seguro que van a venir más y además muy pronto en esos Juegos que tenemos en Francia, toda la suerte del mundo», concluyó.

Este miércoles sobre el 'verde', cuando Aitana Bonmatí recibió el trofeo MVP tras vencer a Francia en el torneo de la Liga de Naciones, también tuvo lugar una curiosa anécdota.

El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, iba a darle dos besos a la internacional del Barcelona, pero se produjo un momento incómodo. Este recibió de forma muy efusiva a Bonmatí y amagó con darle dos besos en las mejillas, pero desistió de su idea. O bien por no querer meterse en un jardín y sobrevenirle los fantasmas del 'caso Rubiales' o bien porque los protocolos ahora así lo indican.