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Para muchos es la mejor jugadora de fútbol de la historia. Y a sus 34 años sigue en activo. La brasileña Marta Vieira da Silva tiene en su haber dos platas olímpicas, dos oros Panamericanos, 3 copas de América, numerosos títulos nacionales tanto en ... su país como fuera y un sinfín de reconocimientos personales. Entre ellos, ha sido nombrada en seis ocasiones mejor jugadora del mundo por la FIFA, llevándose el Balón de Oro en 2010 y el The Best en 2018.
Además de todo esto, y de muchas cosas más, la delantera de Orlando Pride, conjunto de la liga femenina estadounidense (NWSL), contará con una estatua que se colocará próximamente en el museo que la selección de fútbol brasileña posee en Río de Janeiro, y nada menos que al lado del emblemático Pelé, compartiendo espacio con 'O Rei'.
Rogério Caboclo, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, fue el encargado de dar la noticia esta semana. La intención de ponerles juntos no es otra que «hacer ver a las niñas que pueden tener su referente en el fútbol femenino», declaró. Pero no solo se quedará ahí la cosa, ya que no será simplemente una figura sin más. Y es que su presencia servirá para contar a través de ella la historia de las jugadoras que han pasado por la 'canarinha', destacando el trabajo casi en la sombra que llevan haciendo desde hace varias décadas, y que la han convertido de largo en la mejor selección de Latinoamérica y Sudamérica.
Un nuevo gesto que se suma al importante paso adelante que ya anunció la Confederación Brasileña de Fútbol el pasado mes de septiembre, con el acuerdo con el que ponían fin a la brecha salarial entre los jugadores internacionales del país, dándole el mismo salario y primas a todos sus futbolistas, independientemente del género, cada vez que defiendan sus colores y a su nación.
Marta, quien precisamente superó en 2015 a Pelé como máximo goleador de la historia de la selección 'canarinha', sigue siendo a día de hoy la referencia de muchas futbolistas ya consagradas, como es el caso de Pernille Harder, nombrada recientemente mejor jugadora de la Champions. La brasileña, que aún no ha logrado coronarse campeona en un Mundial, su gran espina clavada, fue todo un ejemplo en la pasada edición de la Copa del Mundo en Francia cuando una vez eliminadas pidió «más que apoyo, respeto» para todas. «El fútbol femenino depende de ustedes para sobrevivir. Piensen en eso. Lloren al principio para sonreír al final».
Ella es una de las voces importantes en la lucha por la igualdad en el mundo del deporte. En ese mismo torneo decidió jugar con unas botas sin patrocinador, señalándolas cada vez que marcaba gol. Un gesto con el que quiso denunciar las abismales diferencias de salario y de condiciones entre ellas y los futbolistas masculinos.
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