Marina Granovskaia, la 'dama de hierro' tras el Chelsea campeón

Nacida en Moscú hace 46 años, ya ha sido bautizada por el prestigioso periódico 'The Times' como «la mujer más poderosa del fútbol mundial», siendo incluida además en 2018 en la famosa lista 'Forbes' como la quinta figura femenina con más poder en el deporte. Lo cierto es que muy pocas cuentan en estos momentos con semejante mando y relevancia en un club de primer nivel. Y es que casi ningún acuerdo se cierra en Stamford Bridge sin que pase por sus manos.

Y eso que sus estudios de Lenguas Extranjeras, licenciatura que sacó en la Universidad de Moscú, poco hacían presagiar sus gran capacidad con los negocios. Pero Abramovich algo vio en ella y no dudó en contratarla como asistente personal en 1997, cuando tenía tan solo 22 años, para la empresa petrolera que él dirigía, Sibneft, en la que amasó su fortuna para terminar comprando el Chelsea años más tarde. Nada más adquirir el club se la llevó como asesora a Londres, y ahí comenzó la escalada de Granovskaia.

Desde 2010 ocupa un lugar importante en la junta directiva. Meses antes de ser nombrada directora ejecutiva, en 2014, ya tenía un gran peso en todas las operaciones financieras. De hecho, ella fue la que convenció a Drogba para que se quedara, y al club para que le renovara, siendo el líder que convirtió al equipo en campeón por primera vez de la Champions. La segunda 'orejona' llegó este pasado sábado, tras estampar su firma en el contrato del técnico alemán Thomas Tuchel, quien sustituyó a mitad de temporada a Frank Lampard, entrenador que supo sacarle un mayor partido a los fichajes millonarios que cerró Granovskaia el pasado verano, entre ellos Kai Havertz.

Por esta operación fue acusada en la prensa alemana de espionaje, ya que aseguraban que había reunido información personal de los directivos del Bayern Leverkusen para conocer sus puntos débiles y poder presionarles con mayor efectividad a la hora de pedir una rebaja por los servicios del joven centrocampista germano. Fuera cierto o no, logró su fichaje por 80 millones de euros, cuando lo que pedían al inicio eran 100.

Un auténtico cerebro económico y futbolístico que logró también firmar un acuerdo con Nike, en 2016, que pasó a ser el contrato comercial más importante de la historia del club, asegurándose más de 66 millones de euros por temporada. Lo nunca visto. Como ocurrió este pasado verano en la sección femenina, subcampeonas de Europa y campeonas de Inglaterra, cuando la directora general del club ató a Pernille Harder, del Wolfsburgo alemán, siendo el fichaje más caro de la historia del fútbol femenino, tras pagar por ella cerca de 350.000 euros, 'calderilla' comparado Havertz.

La presencia y poder de Marina Granovskaia pone de manifiesto que la gestión de una mujer en el mundo del fútbol, ya sea a nivel de despachos o deportivo, puede ser también sinónimo de éxito. Kathleen Krüger lo ha demostrado también en el Bayern Munich, team manager del equipo alemán desde 2012, quien a su manera, como nexo de unión entre el vestuario, el entrenador y la directiva, y facilitando la integración y el bienestar de toda la plantilla, contribuyó a que alzara la Champions al anterior campeón.