El Kimuak arranca el año con buen pie tras remontar en casa ante el Lakua Vitoria

Año nuevo, vida nueva. Ese es el mantra que va a guiar al Basauriko Kimuak, tras un comienzo de temporada irregular. A las basauritarras les está costando meterse en la Liga Vasca, categoría a la que ascendieron la pasada campaña tras un curso brillante. Esta temporada el equipo sigue jugando bien, pero los resultados, que son lo que cuentan, no acompañan.

Sin embargo, esa dinámica ha cambiado en el que ha sido el primer partido del 2022. Tras tres semanas de parón por las fiestas navideñas, el primer equipo recibió este sábado al Club Deportivo Lakua de Vitoria en el campo de Artunduaga. Y el resultado fue más que satisfactorio, las basauritarras ganaron por goleada (3-1) un duelo en el que supieron sobreponerse.

Al contrario que en ocasiones anteriores, a las amarillas les costó asentarse sobre el césped. Les costó arrancar, aunque poco a poco fueron imponiendo su ley. En los diez primeros minutos las locales no mostraron la intensidad necesaria ni las ideas claras para imponerse a las alavesas. Las consecuencias fueron que tras una mala jugada y peor decisión en el minuto 7 Oihane Ibáñez adelantó a las visitantes. Todo un jarro de agua fría a las primeras de cambio.

Era pronto todavía y había tiempo suficiente para enderezar el rumbo y darle la vuelta al marcador, pero la duda coleaba en el ambiente. Sin embargo, las basauritarras supieron aprovechar una circunstancia ajena al encuentro, como el que se fuera la luz en el minuto 13 –alrededor de diez minutos– para corregir detalles y ajustar el engranaje. Tanto que el equipo regresó al campo mucho más enchufado. La circulación de balón fue mucho más fluida y la intensidad en la presión también fue mayor con lo que los resultados no tardaron en llegar. En el minuto 18, Andrea Bañuelos logró la igualada y antes de llegar al descanso –minuto 41–, las locales lograron darle la vuelta al marcador gracias a un gol por la escuadra de Irati Zabala.

Con ese resultado se llegó al descanso, aunque las anfitrionas dispusieron de un par de ocasiones más para ampliar la renta. «Ajustamos aspectos que no veíamos tan claros a la hora de atacar», explicó el técnico de las basauritarras, Néstor Vidal. A la vuelta de vestuarios se mantuvo la misma tónica.

El Kimuak llevó el mando de las operaciones, pero una vez más su preocupante falta de acierto de cara al gol mantenía la incertidumbre dado que en cualquier contragolpe o jugada aislada las alavesas podían conseguir el empate. Tanto fue el cántaro a la fuente que, a falta de un cuarto de hora para la conclusión, Inge Alonso lograba el tanto de la tranquilidad con un disparo por alto al que la meta rival nada pudo hacer. «Son tres puntos de oro para nosotras», afirmó Vidal.