Kathleen Krüger, la 'jefa' del poderoso Bayern

«La mujer fuerte detrás de un equipo fuerte». Así es como describe el propio Bayern de Munich, en un reportaje publicado en su página web el pasado año, a Kathleen Krüger, la team manager del equipo, única mujer que ocupa este cargo en la Bundesliga y una de las pocas que lo hace en un conjunto masculino de fútbol de nivel mundial.

La exfutbolista de 35 años se estrenó en el puesto en 2012, con Jupp Heynckes como entrenador, y después de ocho temporadas y del paso por el banquillo de pesos pesados como Pep Guardiola o Carlo Ancelotti, Krüger se ha convertido en una pieza fundamental del conjunto bávaro, en la que también han confiado Niko Kovac y el actual técnico Hans-Dieter Flick, a quien abrazó la primera tras el pase a la final continental, además de los mandatarios de la entidad.

Ella tiene mucho que ver en el buen estado de forma que han mostrado los jugadores del cuadro alemán en su regreso a la competición tras el parón por la pandemia, que se ha traducido en la consecución de la trigésima Bundesliga, en la Copa de Alemania y en la clasificación para la final de la Champions, después del sorojante 8-2 al Barça y de la reciente eliminación del Olympique. Y es que Kathleen Krüger fue la encargada de vigilar que todos los miembros de la plantilla dispusieran del material óptimo y necesario para llevar a cabo sus entrenamientos en la cuarentena.

Ella es el nexo de unión entre vestuario, el entrenador y la directiva, la que se encarga de todos los asuntos organizativos del primer equipo del Bayern. Una tarea muy amplia que la ha convertido también en la confidente de los jugadores, formando incluso parte del grupo de WhatsApp en el que se encuentran Javi Martínez, Neuer, Lewandowski, Müller y todos los miembros de la actual plantilla bávara. «Es una solucionadora de problemas«, declara la entidad sobre Krüger, quien posee una oficina en la ciudad deportiva del Bayern, la Säbener Strasse, por la que desfilan muy a menudo los jugadores.

El fútbol siempre ha estado presente en su vida. Desde bien pequeña, aunque llegó a practicar kárate a nivel nacional, le gustaba dar patadas a una pelota. Solía ir con su padre y con su hermano mayor a ver los partidos del conjunto de Múnich, donde terminó recalando con 18 años, en su equipo de regional. En unos meses ya se había hecho un hueco entre la primera plantilla, pero terminó dando por finalizada su carrera profesional con tan solo 24 años. «Por aquel entonces solo tenía un puñado de dinero en el bolsillo después de todo el esfuerzo que había realizado». La centrocampista se dio cuenta de que debía de buscarse un futuro fuera del verde, pero terminó triunfando de nuevo, y de otra manera, en él.

Y es que empezó la carrera de Gestión Internacional y apenas duró un semestre, hasta que el entonces presidente Uli Hoeness le preguntó si se imaginaba como ayudante de Christian Nerlinger en la dirección deportiva del Bayern. Después de un proceso de selección que duró tres meses, debutó en el puesto. «Siempre quise trabajar en algo así pero era realista y sabía que en esta industria, tan atractiva, hay muchos postulantes para muy pocos trabajos». Tres años más tarde, cuando Nerlinger dejó el club, ella ascendió a team manager, y desde entonces es la responsable de todo el proceso organizativo del primer equipo.

Su tarea va desde conseguir algo en concreto para un jugador a planificar los desplazamientos y la elección de cada uno de los hoteles en los que se hospedan en los encuentros a domicilio (con el reparto de las habitaciones incluido), pero también es la encargada de sostener el marcador electrónico con el que se indican los cambios en la banda durante un partido. Además, es la persona a la que el cuerpo médico le da el primer diagnóstico cuando un jugador se lesiona en el campo, a través de un pinganillo, y la que le transmite la noticia al entrenador; la que planifica las actividades de ocio que realiza el equipo en conjunto, las citas con los patrocinadores... Una figura imprescindible, siempre en segundo plano, que hace que todo en el Bayern funcione a la perfección. «Estoy disponible todos los días a todas las horas. Es es el trato que hice y nunca me quejaría. Simplemente disfruto demasiado haciendo mi trabajo».