«Hacemos esto viral para que la sociedad se conciencie un poco de todo lo que nos ha pasado a nosotras, que no se lo deseamos a nadie». Así se expresaba ante varios medios de comunicación Karolina Sarasua, delantera del Osasuna B que tuvo que ... aguantar todo tipo de amenazas, vejaciones y comentarios y gritos machistas en el campo Vicente Miera cuando se enfrentaba este fin de semana en Santander al Nueva Montaña. «Te voy a violar» fue una de las muchas y gravísimas frases que tuvo que oír, todas en la misma línea. Los autores, cinco jóvenes encaramados a una valla.
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El caso es que tanto la árbitro como varias jugadoras navarras, muchas de ellas menores de edad, recibieron multitud de amenazas, graves comentarios y expresiones machistas de todo tipo durante el partido de Primera Nacional femenina. Y los sujetos se cebaron especialmente en Sarasua.
«Te voy a violar», «Vamos a violarte a ti y a todo tu equipo» y «Súbete la camiseta para enseñarme las tetas y el culo» son algunas de las frases recogidas por la árbitro. No fueron las únicas, pero sí las más llamativas y solo algunas de las que recoge el acta. La propia Sarasua anotó todas a mano en una hoja de cuaderno que se ha convertido en viral. «Todo esto he recibido durante los 90 minutos que ha durado el partido. Soy la número 9 del Osasuna Nacional», se podía leer en el escrito. La reacción fue inmediatra. «Muchísimas gracias por todo el apoyo. Ojalá este tipo de insultos se acaben cuanto antes».
Tanto ella como sus compañeras osasunistas tuvieron que escuchar, siempre según el acta, palabras como: «Se os nota el tanga», «Vamos al vestuario y te violo», «Tu madre me la chupa» y otros comentarios sexuales de diversa índole. La triste historia, y en palabras de la propia afectada, deja un poso especialmente gris. «Tengo miedo de que chavales como esos tengan esa mentalidad», decía en declaraciones a Noticias de Navarra.
Todo esto ocurrió en un contexto en el que, de acuerdo con lo que explicó a El Diario el presidente del Nueva Montaña, Mateo Sainz, no se produjeron otros sucesos de importancia y sin que el equipo local tuviera constancia de que estaban teniendo lugar esas vejaciones, al menos durante el primer tiempo.
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Siempre según explica Mateo Sainz, que aseguraba que denunciará este mismo lunes los hechos ante la policía, habría aproximadamente tres docenas de personas en el campo como espectadoras, la inmensa mayoría de las cuales tuvieron un comportamiento exquisito.
De hecho, Sainz argumenta que en su momento no se apercibieron de los graves comentarios y gritos, aunque sí les informó un miembro del cuerpo técnico en el descanso. En este sentido, se pregunta por qué el equipo arbitral –que al parecer también sufrió comentarios vejatorios del mismo tipo, según el propio Sainz– no suspendió el partido, si bien tampoco el club tomó medidas.
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«Nos hemos enterado después del partido», señalaba ayer el presidente del equipo santanderino. «Se jugó hasta el final y nosotros en un primer momento no nos enteramos de nada. Es cierto que las chicas se quejaron ya en el descanso a la árbitro y así nos lo dijo el coordinador de fútbol once, pero nosotros no lo oímos», repite.
«Era gente que estaba fuera del recinto –añadía–, apoyada en una de las vallas del campo», si bien Sainz sospecha que algunos de los que espetaron los comentarios vejatorios pueden ser jugadores del propio club.
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Se trataba, para más señas y según el acta, de «cinco chicos subidos a la valla del campo, en la zona de medio campo, detrás de mi asistente número dos, que portaban, al menos uno, el chándal con el escudo del equipo local» que lanzaron«comentarios ofensivos». «Tanto a mi persona como a algunas jugadoras», añade la colegiada en el acta. En consecuencia, las sospechas de Sainz coinciden con lo que recoge el documento.
Los comentarios más vejatorios y graves se recogen en el acta a instancia de la delegada de la Fundación Osasuna y de la propia futbolista, menor de edad, sobre la que recayeron las mayores amenazas durante el partido.
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«Al terminar el partido me di cuenta de que cuatro jugadoras de Osasuna estaban hablando sobre el asunto y después ya me dirigí a la que había denunciado la situación. Me explicó lo que había pasado y le pregunté si reconocía a alguien que todavía estuviera en la zona, para identificarle. Sospecho que entre ellos podía estar alguno es del club, porque después fui a mirar quiénes rondaban por ahí», añade. El asunto, en cualquier caso, no terminará hoy.
Ante estos hechos, Osasuna compartió un mensaje en defensa de sus jugadoras y rechazando los comentarios recibidos. Al mismo tiempo, agradeció «el apoyo» del club local «por su ejemplar actitud ante lo sucedido».
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