Irene Paredes y Damaris Egurrola, dos exrojiblancas en la final de la Champions

Aquella niña creció en los noventa en Legazpi, donde se enroló en las filas de la Sociedad Deportiva Ilintxa, pero tras su desaparición en 2006 recaló en el Urola de la vecina Zumarraga. Tras otro año de progresión se marchó al Club Deportivo Zarautz, su última parada antes de afianzarse en Primera con la Real Sociedad. Tres temporadas después, la central fichó por el Athletic antes de cumplir 20 años. Desde la retaguardia lideró la última generación dorada del club rojiblanco, con las Tirapu, Iraia, Ibarra... La campeona del mundo rindió a buen nivel durante una etapa de cinco años culminada con la conquista del quinto y hasta la fecha último título de Liga del club, su primer trofeo como profesional. Antes había coleccionado tres subcampeonatos, además de otros dos de Copa.

Ese mismo verano no renovó contrato e hizo las maletas rumbo París. Recalaba en uno de los grandes del continente, con el que consiguió una Copa y una Liga, esta última, de hecho, ha sido la única que se le ha resistido al Olympique de Lyon desde 2007. Paredes lo consiguió. En paralelo, comenzó a forjar su leyenda en una todavía precaria selección española -donde ha superado el centenar de intercionalidades-, necesitada de nuevos métodos y una progresiva profesionalización que desembocó el pasado verano con la conquista del Mundial. Un hito sin precedentes del que fue partícipe como una de las capitanas y ya como futbolista del intratable Barcelona, sin rival en España y temido en Europa.

La de San Mamés será la cuarta final consecutiva del conjunto azulgrana, que busca hacerse con su tercer trofeo, el segundo consecutivo. Cayó hace dos años precisamente contra su próximo rival, el histórico coloso del continente. Lo intentará con Paredes, inspiración para futuras generaciones, fija en el eje de la defensa.

Este verano cumplirá 25 años, pero la carrera de Damaris Egurrola tiene tantos capítulos y giros de guion que no deja de sorprender. Hija de un pelotari que emigró a Estados Unidos aprovechando el 'boom' de los frontones al otro lado del charco, la jugadora nació en Orlando, Florida. La familia regresó a Euskadi y llamó la atención del Athletic en las filas del Betiko Neskak de Erandio. En 2014 ingresó en la cantera rojiblanca, con la que debutó en diciembre de 2015 en el primer equipo en la temporada del último título liguero.

En paralelo, quemó una etapa tras otra en las categorías inferiores de la selección española. Se proclamó campeona de Europa sub'19 en 2017 y un año después perdió la final del mundial sub'20. Antes ya había sido bronce mundial sub'17 y plata continental sub'16 en 2016. Desde entonces se asentó en la medular de un Athletic que empezó a perder fuelle con respecto al Barcelona, Atlético o Levante tras la Liga de 2016. Sin embargo, Damaris solo llegó a jugar un partido como absoluta con La Roja, un amistoso en 2019. Jorge Vilda ya estaba al mando y se produjeron un intercambio de dardos que acabó con la futbolista vistiendo la 'orange' de Países Bajos, el país de su madre. «Ser seleccionador no le da derecho a mentir», lanzó la jugadora de origen vasco. Vilda dijo que estaba «en proceso» de competir con otra selección. Su decisión le impidió ser campeona del mundo y, de hecho, el conjunto neerlandés cayó en las semifinales del torneo disputado en Australia y Nueva Zelanda ante España, que también la batió en la misma ronda en la reciente Liga de las Naciones, también en la vitrina de Las Rozas.

Egurrola tampoco salió con buen pie del Athletic. Llegó la interrupción de la competición por la pandemia y no renovó su vínculo con Ibaigane. Uno de los artículos del convenio firmado ese año indicaba que el club de salida debía pagar los derechos de formación si la jugadora tenía menos de 23 años, como era el caso. El club solicitaba 250.000 euros, una barrera que imposibilitó que recalase en el Barça o el Madrid, clubes interesados. Así, el Everton llamó a su puerta, pero en el mercado invernal de su primera temporada el Olympique de Lyon desembolsó 100.000 euros por su fichaje.

Solo llevaba siete partidos en el coloso francés cuando se fracturó la rotula de su rodilla izquierda. Una grave lesión de la que volvió más fuerte. Hoy es titular indiscutible en un conjunto plagado de estrellas. No disputó ningún minuto en la final de 2022 y ahora busca su segunda Champions como protagonista y tras ganarlo todo en Francia.