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Sophie Istillart hizo historia hace dos años, al ser la primera jugadora vascofrancesa en defender la camiseta del Athletic, y desde la próxima temporada trabajará para que más futbolistas continúen su legado en la entidad vizcaína. Lo ha revelado ella misma este martes en Lezama, un día después de anunciar su retirada del fútbol, con tan solo 26 años, mientras se recupera de la grave lesión que sufrió el pasado mes de enero, cuando se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla en una acción fortuita contra el Levante.
«He tomado la decisión más dura de mi vida, llevo jugando al fútbol desde los 8 años, y soy muy consciente de lo que el Athletic ha hecho por mí. Estoy muy unida al club y me da pena, pero no os dejo, porque me han dado la oportunidad de continuar ligada con la captación y tecnificación de la zona de Iparralde. Intentaré ayudar todo lo que pueda», declaró la de Bayona en una abarrotada sala de prensa, a la que acudieron todas sus compañeras, el cuerpo técnico, el presidente Aitor Elizegi y otros miembros del club, como Manolo Delgado, que no dudaron en brindarle una cálida despedida con varias rondas interminables de aplausos.
También estaba presente su madre, a quien ahora tendrá más cerca. Su desembarco en Bizkaia supuso para Istillart la primera experiencia lejos de Francia, tras militar cinco temporadas en el Girondins de Burdeos (2015-2020), en la máxima división gala, donde llegó a ser su capitana, después de pasar por el Hendaia, el Marino de Irún, el Lebenne y el Blanquefort. «Hace mucho tiempo que estoy fuera de casa y siento que es el momento de estar más cerca de mi gente, de familia».
De la nueva labor que ejercerá en la entidad, afirma que ya tiene ideas. «Quiero que haya más jugadoras de allí que vengan. Ahora hay muchas que tienen buen nivel, y quiero hacer que las chicas conozcan este club, porque es increíble. Quiero que las futbolistas de Iparralde crezcan porque hay mucho trabajo allí que hacer en el fútbol femenino, y quiero ayudar como pueda».
La centrocampista reconoce que la rotura del cruzado, lesión que sufre por segunda vez en su carrera, le ha hecho ver que su tiempo dentro de los terrenos de juego había ya culminado, pese a su juventud y a que la recuperación va por buen camino. «Sentí que había llegado el momento», declaró emocionada. «He dado todo por mi pasión y he cumplido el sueño de convertirme en jugadora profesional, pero sentí que era una señal, el momento de pensar en mí. Con esto no quiero decir que no esté feliz jugando, con vosotras, o aquí, pero es una etapa en mi vida y quiero vivir otra cosa».
Para la de Bayona es todo «un honor» haber defendido el escudo del Athletic, y aseguró estar «muy agradecida». «Me siento muy honrada por haber vestido esta camiseta y haber defendido estos valores, que son los míos también. Me siento como en casa, y eso que hace dos años que estoy aquí, pero parece como si estuviera desde hace diez, y en eso habéis tenido la culpa vosotras», afirmó mirando a sus compañeras, leyendo el texto que tenía preparado, en un castellano que en muchos momentos se le quedaba corto para expresar sus sentimientos.
«Agradezco mucho al club que viniera a buscarme. Estoy muy orgullosa de ser la primera jugadora de Iparralde en ser leona. Mi estancia aquí ha sido corta pero muy intensa, la mejor experiencia de mi vida deportiva. No tengo palabras. Ya sé que es un gran club. La gente aquí es increíble. No pensaba eso cuando firmé. Su recuerdo me quedará toda la vida. Y he aprendido además a hablar español», declaró entre las risas de sus compañeras.
Istillart culminó su intervención, en la que tuvo que parar en varios momentos presa de las lágrimas, dando las gracias a todos los presentes, desde el presidente a la afición, deseando un buen final de temporada al equipo, al que solo le restan tres partidos para bajar el telón. «Siempre será vuestra primera seguidora. El Athletic no tiene fronteras. Muchas gracias de corazón. Siempre estaré con vosotras».
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