Un empate en el último suspiro siempre deja una sensación casi de victoria, de más de un punto, pero después de lo sucedido en Lezama ante el Levante, un rival directo al que quieren arrebatarle la tercera plaza, y que se mostró muy superior durante ... casi todo el partido, el poso que se le quedó al técnico Ángel Villacampa fue un tanto «ambiguo». Así lo describió él mismo al término del partido. «Nuestra intención era recortar distancia y nos encontramos con momentos en los que no transmitíamos ni conectábamos todo lo que se pretendía. Al final lo importante es no distanciarnos, pero pretendemos mucho más de lo que hemos mostrado».
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El preparador rojiblanco se mostró un tanto disgustado por ver a su equipo dejarse llevar tras el tanto de Corredera en la primera mitad. Sus gestos en el banquillo le delataban. «Cuando nos marcaron no lo había apreciado hasta hoy, pero hubo una sensación como de bajar los brazos, y eso tenemos que mejorarlo y aprender. No pasa nada por recibir un golpe durante el partido, lo importante es rehacerse, sabiendo que queda mucho tiempo por delante«, declaró, asegurando que el gol final de Sierra ha sido «un premio» que les permite no alejarse de su objetivo (la tercera plaza sigue a seis puntos), aunque han cedido la quinta posición a la Real, con un punto más y un partido menos. «En esa ambición demostrar que queremos ser mejores es donde tenemos que hacer hincapié de cara al futuro. Tenemos que ser más contundentes«.
Cuestionado por este periódico por el cambio de Lucía García, a falta de media hora para el final, y la entrada de la ariete directamente al vestuario, sin esperar el final en el banquillo junto a sus compañeras, Villacampa desveló que estos días la plantilla rojiblanca había encadenado varios cuadros víricos que hicieron casi peligrar este encuentro. «Tenemos un brote de gripe y anginas. Varias jugadoras han estado supermedicadas, y Lucía ha sido una de ellas. Me pidió irse a la ducha para no quedarse fuera fría. Ha sido una semana compleja, pasaban los días y se iban entre ellas contagiando. Llegamos a temer por el partido».
De todas las futbolistas la que salió con mejor cara de Lezama fue Andrea Sierra. La central bilbaína fue la artífice del gol del empate, en la última jugada. «Ha sido mi primer gol con el primer equipo, y estoy muy contenta. De repente me ha venido el balón, he controlado y he hecho por chutar, y cuando he visto que ha entrado no me lo podía creer«, aseguraba, reconociendo que pese a todo el empate le sabe »a poco« al equipo. »Queríamos los tres puntos para estar lo más cerca posible del Levante e intentar cogerles y quedarnos con esa tercera posición«.
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