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La fatalidad quiso que hace justo un año, el 2 de febrero de 2020, Irene Oguiza cayera fulminada en el campo del Deportivo, con fuertes dolores en su rodilla izquierda, justo el día en el que debutaba como titular en la máxima división nacional femenina con el Athletic. La centrocampista de Durango, que hacía tan solo dos semanas que se había estrenado con el primer equipo, se rompió allí mismo el ligamento cruzado anterior, diciendo adiós a la temporada.
"El 19 de enero había sido mi debut, en Madrid. Fui con toda la ilusión, un sueño cumplido. Dos partidos después en Coruña llega la lesión y se corta toda", recuerda la canterana en una entrevista para el club. "Jugué 24 minutos, pero fueron unos minutos de la leche, en los que disfruté muchísimo. Mis padres y mi hermano estaban en la grada viendo el partido y para mí eso fue positivo porque al terminar tuve la oportunidad de poder tranquilizarles, porque estaban más nerviosos que yo".
En la misma semana en la que entró en quirófano fue decretado el estado de alarma en España debido a la pandemia de coronavirus, por lo que la vizcaína considera que en ese sentido le acompañó una pizca de fortuna, ya que todo se vio obligado a parar, como ella. "En esos primeros meses no pude hacer casi nada con la rodilla, salvo tratarme de las heridas y cosas así. Fue una mala situación, pero la llevé bien", reconoce.
Reapareció en noviembre, nueve meses después de caer lesionada, y lo hizo anotando un gol ante el Collerense, tanto que sirvió al filial para firmar el empate. Posteriormente firmó un doblete ante Osasuna. El curso pasado se había convertido en pieza clave para las dirigidas entonces por Iraia Iturregi, lo que le hizo saltar al primer equipo de la mano de Villacampa. Una vez recuperada, y con Iraia en la máxima categoría, la de Durango sumó minutos de nuevo en la máxima categoría en la pasada jornada ante el Santa Teresa en Badajoz, saliendo como titular.
Justo un año después, ya con 21, la espigada centrocampista vizcaína vuelve a pedir paso, demostrando que su calidad sigue intacta. "Estoy encantada con el B, me lo paso genial con mis compañeras, es un equipazo", declara, asegurando que sobre todo es un auténtico "placer" entrenar y poder jugar con el primer equipo. "Para mí Iraia es una gran entrenadora, he aprendido mucho de ella y solo tengo palabras de agradecimiento. Yo haré lo que me diga, intentaré hacerlo lo mejor posible y estar para lo que necesite el equipo".
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