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Cuando un técnico ve sobre el campo lo que ha dibujado en la pizarra, se le escapa una sonrisa satisfecha. Eso le pasó ayer a Ángel Villacampa al comprobar que el Athletic que dirige se parece cada vez más al Athletic que quiere. «Hemos dado un paso adelante. Con momentos de juego muy brillantes», recalcó. Aun así, dejó un espacio para la mejora. «Hemos tenido una fase peor con un cambio de sistema, pero, bueno, la mayor parte del partido ha sido muy brillante. Siempre buscamos cómo mejorar», añadió. Perfeccionista.
«Somos ambiciosos. Tenemos que mirar arriba. No puede ser de otra forma en este club. A pesar de la distancia que nos llevan los primeros nuestro objetivo es estar ahí arriba», alentó. Atrás quedan ya las derrotas en el inicio del campeonato. «En el fútbol los resultados lo potencian todo. Ni entonces estábamos tan mal ni ahora tan bien», calmó. Y subrayó la entidad del rival ayer, el Logroño, un equipo bien estructurado y «peligroso» cuando sus puntas cuentan con espacios. No los encontraron.
Andrea de la Nava, la portera del Athletic, comentó que precisamente eso, la velocidad de las goleadoras del equipo riojano, fue uno de los aspectos en los que más incidió la defensa rojiblanca. «Sabemos cómo juegan y lo hemos hecho muy bien. Había que tener cuidado sobre todo con Jade. Hemos salido con ambición desde el inicio. A por el partido», indicó.
Como su entrenador, De la Nava es ambiciosa para lo mucho que aún resta de temporada. «En este club hay que pensar en grande. Tenemos que estar cuanto más arriba mejor». Antes de fichar por el Athletic, la guardameta jugó en el Logroño, un equipo al que ve «asentado» en la categoría.
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