El Athletic más vulnerable de la historia

De momento, el cuadro vizcaíno, que luce cinco títulos ligueros en sus vitrinas, está perdiendo la batalla, y, en líneas generales, más por deméritos propios que por merecimientos del contrario. Y es que sus rivales le están haciendo mucho daño, más de lo esperado, pero con muy poco, mostrándose como el Athletic más vulnerable de la historia. Basta una contra, un robo, un error de marcaje o un simple tropiezo para hacer claudicar a un equipo al que hasta hace bien poco costaba un mundo arañarle algún punto.

De hecho, arrancó con muy buenas sensaciones la temporada, manteniéndose invicto en las cinco primeras jornadas, pero la visita del Levante a Lezama el 11 de noviembre fue el inicio de una caída en picado que le ha llevado de puestos Champions a situarse a cuatro puntos del descenso. Así es como ha cerrado este aciago 2020, con la derrota más abultada del año (3-0) sufrida el martes en Logroño, frente a un rival muy necesitado al que le bastó apenas un solo un minuto para meterle el primero, y solo la primera mitad para firmar su segundo triunfo esta campaña.

El Athletic únicamente ha logrado tres puntos de los últimos veinticuatro en juego, y dos llegaron sobre la bocina, frente al Granadilla y Atlético de Madrid. Ambos estuvieron a punto de ser remontados por las vizcaínas, siendo los dos únicos partidos, sobre todo el que les midió a las colchoneras, en los que las leonas han sacado a relucir sus garras en el último mes y medio. Una reacción tardía que sin embargo no fue suficiente.

El cuadro vizcaíno no ha respondido a la demanda de exigencia por parte de Villacampa como se esperaba, demostrando que se atasca con mucha facilidad. Se pudo ver claramente el pasado sábado en la visita del Rayo, incapaces de penetrar la muralla que les planteó el cuadro vallecano. Pese a que aseguran estar preparadas para todas las circunstancias, la sensación que transmiten es la de ser un conjunto muy previsible, sin chispa y con muy pocas alternativas.

Y eso a pesar de que, curiosamente, son ellas las que suelen llevar la iniciativa en los partidos, pero pecando de ser poco incisivas y nada profundas para hacer daño. Un quiero y no puedo que se vio perfectamente en los rostros de desesperación este martes en territorio riojano.

Las rojiblancas llevan tres partidos seguidos sin marcar, tras los dos dobletes de Lucía García, desaparecida en los últimos envites. Nekane y Yulema, ante la ausencia de Erika, han tratado de echarse al equipo a la espalda, pero sin puntería nada es posible. El técnico toledano se aferra al trabajo y a la perseverancia de las suyas, como arma para tratar de revertir la situación lo antes posible, consciente de que su plantilla posee un gran potencial.

Un conjunto asolado por las bajas desde la temporada pasada al que todo se le está multiplicando. La situación actual parece estar sobrepasando al equipo, pese a que mantengan un cierto mensaje de tranquilidad a la afición. No hay que olvidar que esta temporada habrá cuatro descensos directos, y que, aunque es poco probable, si se disputa más del 51% de la Liga y la pandemia obliga a parar el torneo, todo terminará en ese punto.

A la vuelta de Navidad el Athletic le esperan dos derbis consecutivos, frente a la Real fuera y al Eibar en casa. Luego visitará al Santa Teresa, cerrando la primera vuelta entre semana en casa contra el todopoderoso Barça. Tras ese partido solo los ocho primeros disputarán la Copa de la Reina –ahora mismo está a cinco puntos–, pudiéndosela perder por primera vez en su historia.