La crisis es cada vez mayor

El Athletic de Ángel Villacampa está sumido en una de las mayores crisis que se recuerdan en la sección femenina del club rojiblanco. Las leonas encadenan ocho partidos seguidos sin sumar una victoria –nunca antes en la historia se había dado un registro tan malo– y lo que es peor, parece que su juego aún no ha tocado fondo. Este martes, en el estadio del Mundial 82, en Logroño, cayeron ante uno de los peores equipos de la competición, el EDF, su verdugo en la Copa de la Reina, que estaba empatado a puntos en el último puesto de la clasificación.

La derrota fue, además, de esas que duelen. Con un abultado marcador, que quedó fijado en apenas 40 minutos de juego. Un primer tiempo en el que las locales sorprendieron a las de Villacampa desde el mismo pitido inicial. Las vacaciones, que ya han empezado, van a ser muy duras para las jugadoras del Athletic que, en vez de mirar hacia los puestos de clasificación europea –su objetivo–, ven cómo los plazas que suponen el descenso están cada vez más cerca.

El partido se decidió prácticamente en diez minutos. En la primera jugada las locales ya consiguieron adelantarse en el marcador. Grace Asantewaa aprovechó la primera llegada para castigar a Andrea de la Nava. Las rojiblancas parecían atenazadas por el frío y la niebla baja que poblaba la ribera del Ebro en la matinal de ayer.

No acabó aquí la muestra de contundencia anfitriona porque, a la siguiente ocasión que llegaron las de Javier Moncayo al área del Athletic, se llevaron el premio. Derribo en la frontal, la navarra Valeria Pascuet amarró el balón y ejecuta el tiro libre a la escuadra derecha de De la Nava. Imparable. El daño ya estaba hecho, la herida volvía a sangrar.

El Athletic tenía ochenta minutos para remontar un partido que se le había puesto en contra en dos acciones puntuales. Las chicas de Ángel Villacampa se pusieron manos a la obra pero les faltó puntería para superar a Pamela Tajonar, titular pese a ser expulsada el pasado sábado en Sevilla.

La primera llegada de peligro la protagonizó Nekane, que remató desde el punto de penalti excesivamente alto. La acción mereció mejor fortuna, pero no encontró portería. Fue un aviso que no obtuvo continuidad en una primera mitad muy trabada, condicionada por los dos tantos riojanos y la niebla.

Nekane, a balón parado, fue el principal recurso ofensivo de las visitantes pero la mexicana Pamela Tajonar reivindicó su importancia con otra gran acción de mérito. La santutxutarra, en el área pequeña, golpeó mordido y la norteamericana tiró de reflejos. El EDF gestionó bien un encuentro al que no le perdió la cara pese a verse obligado a hacer un cambio a la media hora por lesión de Vilakazi. La entrada de Leti Méndez aportó mayor solidez a una defensa que gestionó bien las principales acciones de peligro bilbaínas, todas ellas acabadas por Nekane que, de cabeza, trató de tumbar a Tajonar.

La sentencia llegó poco después tras un fallo de atención de Jone Ibáñez. La centrocampista se durmió, Grace Asantewaa le ganó la partida en línea de tres cuartos, avanzó al borde del área, vio la posición de Andrea de la Nava y percutió con violencia. Disparo a media altura, potente y a la derecha, inalcanzable. Habían transcurrido cuarenta minutos y el encuentro estaba sentenciado. Las locales galopaban hacia su segunda victoria consecutiva ante un Athletic incapaz de engranar una marcha más. La mala racha atenaza a las de Villacampa. Malas vibraciones.

En la segunda mitad, Villacampa movió su centro del campo en busca del impulso necesario para revertir un encuentro sentenciado La entrada de Valdezate y Marta Unzué no fue suficiente para cambiar el desarrollo del juego. Los tímidos intentos bilbaínos por meterse en el partido fueron predecibles y lejanos, incapaces de alterar el sino de un encuentro ya decidido.

Chini Pizarro, superada la hora de juego, se encontró con el palo en lo que pudo ser un gol olímpico. Fue una más de las muestras de la pegada del conjunto riojano que dejó el balón al Athletic y esperó su oportunidad para cerrar la goleada.

En la media hora final, nada sucedió ni en la portería defendida por Tajonar ni en la de De la Nava. Las anfitrionas, pletóricas, se conformaron con el marcador, cedieron el balón al Athletic que no tuvo la determinación suficiente para maquillar el resultado. La crisis no tiene fin, ni de juego, ni tampoco de resultados.