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No lo puede evitar. Es ver un balón y ponerse a dar toques. Su pierna izquierda sigue demostrando la calidad de antaño. Es Ana Astobieta, la pionera del fútbol femenino en Euskadi. Allá por 1984, cuando ni siquiera se vislumbraba esa posibilidad, consiguió sacarse el carnet de entrenadora de fútbol, la primera en Euskadi. Han pasado ya más de treinta años, pero su pasión por el fútbol sigue intacta. En la actualidad forma parte del comité de entrenadores de la Federación vizcaína. Hablamos con ella en las instalaciones del Sondika, el club de sus amores. Y tiene muchas historias que contar.
La aventura de Ana en los banquillos comenzó en 1982. Ese año colgó las botas en el Sondika y decidió prepararse para sacarse el título de entrenadora. «En clase éramos 50 personas, 49 chicos y yo. Ví que formándome había posibilidades de consolidar el fútbol femenino y eso es lo que hice», recuerda Astobieta como si regresara en el tiempo a aquellas aulas gracias a su memoria fotográfica. A pesar de ser la única mujer del grupo, Astobieta recuerda aquella época como «una experiencia muy agradable». «Al principio, en las pruebas previas al curso, se quedaron un poco sorprendidos, incluso los profesores, pero luego no hubo ninguna pega. Yo también traté de esforzarme al máximo. Al final la mujer tiene que esforzarse más para que vean que vales, pero me sentí muy cómoda con ellos», reconoce.
Ser pionera consiste precisamente en abrir caminos antes inexplorados. Eso lo que hizo ella. Pero esos caminos quedaron cerrados durante dos décadas. «Saqué el carné en el 84 y hasta 20 años después no ha habido más entrenadoras en Bizkaia oficiales. En el año 2002 el Athletic jugó el primer torneo y, a partir de ahí, algunas como Lexuri Angulo o Eli Capa deciden sacárselo», explica no sin cierto lamento en sus palabras.
Con su licencia en las manos, el siguiente paso de Ana fue poner en práctica todo lo que había aprendido. Tocaba tomar las riendas de un equipo. Y no podía ser otro que el Sondika. La Federación había oficializado el fútbol femenino en Bizkaia y en 1982 se creó la primera Liga vizcaína. Si en la actual Liga Iberdrola compiten 16 equipos, en aquella primera competición participaron solo dos escuadras: el propio Sondika y el Ollargan. A los mandos del equipo recorrió los campos de España. «Cada año iban surgiendo más equipos, pero prácticamente todas las temporadas quedamos campeonas en Bizkaia», señala con orgullo.
Tanto durante su etapa como jugadora como de entrenadora, Astobieta compaginó su pasión, el fútbol, con su trabajo como administrativa. Siempre contó con el apoyo de su familia, indispensable para que su sueño se conviertiera en realidad. «Mis padres fueron los primeros, los que más me siguieron, los que más contribuyeron con el Sondika. Fueron los que más me apoyaron en aquel momento», recuerda.
En la temporada 1992-93, el equipo participó por primera vez en un campeonato nacional junto a equipos vizcaínos, guipuzcoanos y navarros. «Era como una especie de Segunda División y al haber quedado campeonas ese primer año, pudimos participar en la primera Liga Nacional, que en aquel entonces se llamaba División de Honor. Fuimos el primer equipo de Bizkaia en conseguirlo», cuenta orgullosa. El siguiente objetivo fue mantenerse en ella. «El primer año quedamos las sextas. Después, en la temporada 1994-95, la última en la que yo estuve, quedamos cuartas, con los mismos puntos que el Espanyol», añade la entrenadora vizcaína.
La experiencia con el Sondika, que desapareció en 2000, cumplió todas las expectativas de Astobieta, que tras abandonar el banquillo del equipo no volvió a entrenar. «He tenido posibilidades y me han llamado otros equipos, pero la verdad es que entrené al Sondika y me quedé tan a gusto que no he necesitado más», confiesa. Eso sí, su pasión por el fútbol sigue intacta y mantiene su vinculación. «Ahora estoy en el comité de entrenadores de la Federación Vizcaína de Fútbol y tratamos de que los equipos estén dirigidos por gente colegiada», explica.
En la segunda parte de este reportaje, Ana Astobieta nos cuenta los inicios del Sondika en el fútbol femenino y cómo el equipo se convirtió en el primer club vizcaíno en alcanzar la máxima categoría.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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