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Una temporada casi inmaculada. El Bilbo certificó su primera plaza a falta de tres jornadas y peleará en el play-off de ascenso por volver a Primera División, de la que ya disfrutaron hace tres campañas. Para volver a la élite, el club bilbaíno deberá ... mantener su mejor versión en la fase decisiva que se jugará los dos primeros fines de semana de junio.
Sería culminar una temporada sorprendente incluso para la propia plantilla. «Hemos estado por encima de lo que esperábamos al principio», reconoce a este periódico José Andrés Muñoz, su entrenador. Y es que con una plantilla muy similar a la de la pasada campaña -con una media de edad de 25 años y con la mayoría de sus jugadoras vizcaínas-, han sabido reinar en un grupo muy competitivo, con varios conjuntos recién descendidos. «Hemos tenido que lidiar con cinco equipos gallegos de nivel, y encima los viajes hasta allí son duros. Pero hemos tenido mucho compromiso y prueba de ello es que nuestros mejores partidos han sido fuera de casa, logrando puntos en sitios complicados».
Andrés también destaca la pizca de fortuna necesaria en estos casos, pero sobre todo el poder de un grupo con varias jugadoras que llevan juntas unas cuántas temporadas y que se sienten orgullosas por lo que ya han conseguido.
De lograrlo sería la segunda ocasión que el Bilbo llega a la máxima categoría, aunque además de en la pista también tienen que ganar otro partido decisivo en los despachos para que su deseo pueda hacerse realidad. «A día de hoy no está económicamente asegurado. Estamos trabajando, porque si consigues el ascenso a final de ese mes tienes que depositar la fianza, que no es una broma. Estamos moviéndonos para ver si vamos a contar con apoyo».
Un empujón que pretenden sirva para tener un proyecto con continuidad en la élite. «Queremos que nos asegure una estabilidad y poder conformar una plantilla para competir en las mejores condiciones, pero si no se consigue subir se podría traducir en otras cosas. Necesitamos empresas que se unan a la causa y crean en nosotras. El fútbol sala vizcaíno está muy necesitado».
Jessica Cruz
Jessica Cruz es una de las dos jugadoras alavesas con las que cuenta el conjunto vizcaíno. A sus 26 años trabaja como monitora en un gimnasio en Vitoria, ciudad desde la que se desplaza para entrenar y jugar. Máxima anotadora del equipo, lleva tres cursos en el Bilbo. «Ésta está siendo mi mejor temporada. El grupo está más unido que nunca y yo llevo un montón de goles, pero prefiero contar más los puntos, que es lo más importante».
Ella se estrenará en una fase de ascenso, por lo que reconoce que espera con ciertos nervios el arranque del play-off. «Para mí es un sueño, estoy encantada. Ya lo ha sido ganar la liga. Después de tantos viajes, del trabajo, los entrenamientos... Ahora intentaremos hacerlo lo mejor posible, pero el apoyo de la gente es lo principal. Necesitamos más ayuda de instituciones y federaciones».
Diana Nogales
Dieciséis temporadas lleva Diana Nogales en el Bilbo, el equipo de su ciudad. Junto con Isabel Blanco es una de las jugadoras más veteranas de una plantilla que quiere regresar a la élite. «El equipo está muy motivado, con muchas ganas de hacerlo bien». Al igual que el resto del club, aguarda noticias positivas que les ayuden a seguir dando pasos adelante. «En el deporte femenino no hay mucho apoyo en Bizkaia, salvo en el fútbol. A ver si logramos el ascenso y podemos hacer que venga más afición», solicita.
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