La importancia del tendón de Aquiles

A pesar de esta fuerza, las altas tensiones constantes que soporta y su limitado suministro de sangre significa que puede sufrir diversas lesiones, cómo tendinitis o rotura. Las personas que practican deportes en los que se fuerza mucho el talón, como correr, saltar, el tenis, el baloncesto, el patinaje artístico, el esquí y el baile, se exponen mucho más a ellas. También los deportistas que incrementan la cantidad de kilómetros de entreno en poco tiempo, o los nuevos corredores que se saltan el proceso de adaptación y empiezan desde el primer día a correr las mismas distancias que los atletas entrenados.

En la práctica de ciertos deportes aparecen movimientos bruscos que no son del todo controlados, es el caso de los deportes de velocidad de reacción, como los de raqueta tenis, pádel, fútbol o rugby entre otros. En estos se generan situaciones de aceleraciones máximas en cortos espacios de tiempo, como el gesto de un regate en fútbol, o llegar a una dejada corta en tenis. En estas acciones de arrancada explosiva desde una posición de espera, el tendón es sometido a una sobrepresión debido a la violencia de la contracción, y puede llegar a lesionarse gravemente. Este tipo de lesiones son más comunes de lo que pensamos, y en nuestra consulta lo hemos podido comprobar a lo largo de toda nuestra trayectoria profesional.

Es interesante mencionar además que correr o andar cuesta arriba hacen que el tendón de Aquiles se encuentre en situación constante de elongación, y el trabajo desde esa posición provoca un mayor esfuerzo y, en definitiva, una mayor probabilidad de aparición de la lesión. Y una superficie dura (asfalto, pistas de cemento) resulta más cargante que una superficie blanda, debido al efecto amortiguador. Todo lo que no absorba el terreno lo absorberá la musculatura y, por extensión, el tendón. Por otro lado, un terreno irregular (camino pedregoso, correr por la playa...) incorpora el componente de la inestabilidad, que tiende a compensar y reducir la articulación del tobillo, siendo el tendón de Aquiles uno de los mayores implicados en esta labor de estabilización.

Es importante acudir al fisioterapeuta ya que si permanece sin tratamiento, el dolor persistirá y puede dar como resultado un desgarro completo del tendón de Aquiles. En Maza Fisioterapia Osteopatía trabajamos para pautar el tratamiento especifico para recuperar la que haya sido tu lesión con:

-Manejo del dolor: se pueden implementar muchas estrategias de alivio del dolor como aplicar hielo a la zona, ultrasonido terapéutico o electroterapia.

-Recuperación del rango de movimiento: tu tobillo, pie o articulación de la rodilla pueden estar moviéndose incorrectamente, causando una mayor tensión en el tendón de Aquiles. Las técnicas de auto-estiramiento y terapia manual te ayudarán a recuperar los movimientos del pie, tobillo, rodilla y cadera.

-Terapia manual: mediante estas técnicas específicas, el fisioterapeuta mejorara el movimiento de las articulaciones de tus miembros inferiores.

-Entrenamiento funcional: una vez que el dolor, la fuerza muscular y los movimientos mejoren, el entrenamiento funcionará con seguridad hacia actividades más exigentes.

-Ondas choque: su función es la de estimular los tejidos lesionados y acelerar el proceso de curación. Las funciones que hace dentro del cuerpo son de disminución de la inflamación, creación de nuevos vasos sanguíneos, estimulación del colágeno y disolución de calcificaciones.

Es importante recordar en estos momentos con tanta restricción a causa de la pandemia, que el servicio de fisioterapia es esencial y puedes desplazarte para acudir a Maza Fisioterapia Osteopatía siempre con cita previa desde cualquier municipio, ya que en estos momentos nos estamos encontrando patologías que podrían haberse solucionado y han empeorado a causa de no acudir al fisioterapeuta.