Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
patricia villar
Jueves, 10 de octubre 2019, 22:53
Aproximadamente un tercio de todas las lesiones dentales están relacionadas con el deporte, por lo que resulta beneficioso el uso de protectores bucales para protegerse de los posibles traumatismos que se puedan derivar de la práctica de deportes de contacto. Se minimiza así, ... el riesgo de fracturas dentales y lesiones en tejidos blandos. La American Dental Association (ADA), recomienda el uso de protectores bucales de tamaño adecuado en personas de todas las edades, para la práctica de cualquier deporte que suponga un riesgo de lesión. La evidencia científica muestra el efecto protector, no sólo a nivel de la cavidad bucal, sino también en la prevención de conmociones cerebrales, y patologías cervicales.
Existen deportes de alto riesgo como el boxeo, artes marciales, fútbol, hockey, rugby, béisbol…, en los que se hace imprescindible el uso de protectores, estando reflejado en el reglamento de dichos deportes. Deportes considerados de riesgo medio, como el baloncesto, balonmano, gimnasia, buceo, voleibol, paracaidismo…, en los que es aconsejable su uso, ya que aunque no son considerados violentos, son frecuentes las lesiones de dientes, lengua y tejidos blandos.
Hay diferentes tipos de protectores bucales. Los hay prefabricados, que no son aconsejables, ya que tienen una medida estándar. No son retentivos porque están diseñados para adaptarse a cualquier boca. Normalmente, el usuario debe apretar los dientes y mantener los labios sellados para que no se mueva. Son de goma o plástico. Luego están los moldeables, que no se adaptan tan bien a los dientes ni duran tanto como los hechos a medida. Están realizados con materiales termoplásticos (PVC o polietileno). Son fáciles de crear y tienen un coste reducido, pero el ajuste no es tan bueno como los realizados en clínica.
Los personalizados son los más aconsejables ya que se realizan de forma individual para cada paciente según la anatomía de su boca y el deporte a practicar. Son los que mejor se adaptan a los dientes y tienen una mayor duración en el tiempo. Se pueden usar sobre ortodoncia fija (brackets). Antes del diseño y realización de cualquier protector bucal, es necesario que el o la deportista se someta a una exploración bucal y se realicen los procedimientos necesarios para que los dientes y encías estén en condiciones de buena salud.
Los deportistas que opten por utilizar uno de estos protectores tienen que tener en cuenta que conllevan una serie de cuidados. Hay que lavarlos con agua y jabón, y dejarlos secar, guardándolos en una caja de plástico con orificios para su ventilación. No es recomendable dejarlos al sol o cerca de fuentes de calor, así como en agua muy caliente. Tampoco sacarlos de la boca mientras se está usando, ni moderlo. Hay que chequear cada cierto tiempo si se ajusta correctamente y acudir con él al dentista en las revisiones para que pueda ser examinado. Esto es importante ya que pueden perder su eficacia con el tiempo por el uso y la falta de mantenimiento periódico.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.