La ultrafondista bilbaína Ziortza Villa sigue con su gran objetivo intacto de convertirse en la mejor de su especialidad en todo el planeta. Este fin de semana tuvo una nueva oportunidad para conseguirlo, en el Campeonato del Mundo de 24 horas contrarreloj disputado en el ... desierto de Borrego Springs, en California, pero no pudo pasar del quinto puesto en la general femenina, tras intentar colarse en el podio hasta el final.
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Un derroche de energía que la llevó nuevamente hasta el límite y que la dejó, pese al resultado, «satisfecha» por haber plantado batalla una vez más en una cita tan exigente. «Ha sido una carrera emocionante de principio a fin. Llegaba con un estado de forma excelente y creo que aún puedo estar más adelante, pero me siento bien con el resultado por haber sido capaz de estar con las mejores un año más y luchar hasta el final», declara.
La vizcaína, que suma cuatro títulos continentales, había sido cuarta en dos ocasiones, y su meta era dar un paso más allá, después de no haber podido tomar la salida en las dos ediciones anteriores de esta prueba norteamericana, la cita estrella de su especialidad, debido a las restricciones por el coronavirus. Pero lo cierto es que sobre el terreno Villa no pudo seguir el ritmo de la ganadora, la canadiense Meaghan Hackinen, que logró un récord al recorrer en 24 horas 478 millas, la segunda mejor marca en la general scratch. El pódium lo completaron la suiza Isabelle Pulver y la danesa Caroline Braad Hansen.
La americana Christie Tracy, que defendía el título en casa, se vio obligada a retirarse. Por su parte, Ziortza se mantuvo en todo momento en las primeras posiciones, alcanzando el cuarto puesto al amanecer, tras soportar en plena noche gélidas temperaturas, que llegaron a bajar de cinco grados. A falta de diez horas para la conclusión de la carrera, en un circuito de 18 millas con un único punto de asistencia y avituallamiento, la representante vizcaína había caído a la sexta posición, pudiendo escalar un puesto en el último cuarto de la prueba, sin poder dar caza a la experimentada corredora americana Dorina Vacaronni, que terminó por delante de ella .
Pese a no poder cumplir la gran meta que la ultrafondista de Bilbao se marca cada temporada, no ha dudado en valorar de manera «positiva» toda esta campaña, en la que a su juicio ha obtenido un buen rendimiento «y una gran regularidad». «Siento que sigo progresando y es lo que me motiva a continuar», destaca, cinco meses después de colgarse el oro continental por cuarta vez, revalidando el título de 12 horas. Triunfo que unió a la victoria lograda en abril en la RAI 300, antes de ser la madrina y de completar la prueba Norte a Sur Zaragoza-Sevilla. Un año en el que la especialista en ultradistancia fue además la encargada junto a Julián Sanz de traer el testigo del Tour de Francia desde París hasta Euskadi realizando 1.016 kilómetros en menos de 48 horas. Todo un hito histórico que suma a su larga lista de retos conseguidos, en la que espera tachar por fin en 2023 la consecución de su primer Mundial.
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