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El Tour de Francia reserva una mañana para el ciclismo femenino. Las mejores corredoras del mundo ruedan por el asfalto que luego va a ver el paso del pelotón masculino. Comparten también la meta de Pau. Y el ambiente. Eso es lo mejor. ... «Ufff, nosotras no estamos acostumbradas a ver tanta gente. Hay público en cada kilómetro», dice la guipuzcoana Ane Santesteban (WNT-Rotor-Ceratizit), que ha terminado novena a apenas 7 segundos de la vencedora, la holandesa Marianne Vos, uno de los mitos de este deporte. Bicampeona olímpica y tres veces oro en los campeonatos de mundo.
Las pruebas femeninas no tienen tregua. Guerra de guerillas. La australiana Amanda Spratt ha buscado la victoria en el inicio de la última vuelta al circuito. Detrás, el equipo CCC Liv, el de Vos, no ha dejado que la ventaja superara el medio minuto. A tiro. Pero Spratt ha resistido hasta el repecho final, ya en el último kilómetro y en el corazón de Pau. Ahí, Vos no ha tenido rival. Su arrancada ha sido definitiva, ha rebasado a Spratt y ha cruzado la meta del Tour, de la Course, con 3 segundos de renta sobre Leah Kirchmann (Sunweb) y Cecilie Ludwig (Big). En ese reducido grupo estaba Santesteban.
Nada más cruzar bajo la pancarta, la ciclista vasca ha encontrado refugio en una sombra. Y se ha sentado. Gesto fatigado. «No sabía cómo iba a estar después de disputar el Giro. Me he visto bien. Por eso les he dicho a las compañeras que quería disputar el triunfo», comenta mientras se recupera. «Pero la última vuelta ha sido un caos. Y el final era para corredoras de potencia. Bueno, he estado bien. Eso me anima y me da confianza para la Clásica de San Sebastián, la carrera de casa», apunta.
El ciclismo femenino crece. También en España, donde surgen equipos y carreras. «El año pasado se dio un gran salto con la llegada del Movistar. Poco a poco vamos a más. Hace falta tiempo», comenta la corredora de Rentería. «Vamos dando saltos de calidad. Se nota que cada vez llegan más chicas nuevas», constata. Santesteban, que ha cumplido 28 años, tuvo que emigrar para progresar como ciclista. Lograr el pasaporte a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 le permitió recibir una financiación con la que mantener su oficio de ciclista. Antes apenas le daba para los gastos. Ahora, en plena madurez, asiste a tiempo a la eclosión del ciclismo femenino, que por un día comparte escenario en Pau con el Tour.
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