España se estrella ante la portera danesa Toft

Había dudas por saber cuál de las dos caras radicalmente opuestas que ha mostrado el conjunto español a lo largo del campeonato exhibiría este domingo ante las danesas. Si el errático equipo que se vio desbordado en la primera parte tanto por la República Checa como Francia, o el enérgico conjunto que logró remontar ante las checas y quedarse a un centímetro del milagro ante las francesas.

Una duda que España pareció empeñada en resolver en apenas un par de minutos, con dos inoportunas pérdidas de balón, el auténtico talón de Aquiles de las 'Guerreras' en este Europeo, y que permitió a Dinamarca tomar desde el principio la iniciativa en el tanteador (3-1).

Pero si las de Carlos Viver lograron atajar las pérdidas de balón, lo que les permitió dar momentáneamente la vuelta a la contienda (3-4), este domingo la selección encontró un problema irresoluble en su falta de definición. Y no fue porque España no lograse generar claras ocasiones de gol, pero nunca fue capaz de superar a una inspiradísima Sandra Toft, que se convirtió en una auténtica pesadilla en la primera parte para las jugadoras españolas.

Intimidadas por la guardameta danesa, las 'Guerreras' se vieron forzadas a buscar ángulos cada vez más imposibles en sus lanzamientos, lo que sólo sirvió para engordar las estadísticas de Toft. Un problema que se multiplicó por la facilidad que encontró Dinamarca para convertir cada fallido lanzamiento del equipo español en un fulgurante contraataque.

«Tenemos que hacerlas que pase por la defensa», se desgañitaba un desesperado Carlos Viver, que se vio obligado a pedir con urgencia un tiempo muerto ante las carencias del repliegue defensivo español. Pero ni aun así reaccionó España, que siguió concediendo un contraataque tras otro, hasta verse con unos insalvables diez goles de desventaja (17-7) en el marcador.

Una renta que las 'Guerreras' apenas lograron maquillar al descanso (17-10), lo que condenó al conjunto español a tratar de protagonizar otra remontada imposible en la segunda mitad.

Reacción que no tardó en comprobarse una auténtica quimera, pese a que Dinamarca, para alivio de las internacionales españolas, dejó en el banquillo a la infranqueable Sandra Toft. Y eso que España, liberada, por fin, en ataque sin la presencia de Toft bajo los palos, mejoró notablemente sus prestaciones ofensivas.

Pero no lo suficiente para inquietar realmente al equipo danés, que consciente de que sólo le valía la victoria para seguir con vida en la lucha por el acceso a las semifinales, siempre se mantuvo con una ventaja de seis o siete goles en el marcador.

Una barrera infranqueable para el conjunto español, que pese a o rendirse jamás, nunca encontró la fórmula para hacer realmente dudar de la victoria del conjunto nórdico. Tal y como reflejó el 34-24 final, que obligará a España a vencer el próximo martes (16:00) a Montenegro, si quiere despedirse de este Europeo al menos con una sonrisa en el rostro.