La Virtus diluye al Lointek y le complica seguir en Europa

Faltó gasolina y capacidad de gestión en los momentos claves de un encuentro que las granate arrancaron con buen pie frente a un rival que con la llegada de Turner era más temible. Sin embargo, lo hizo con tan solo un encuentro con su nuevo equipo y no supuso la amenaza esperada. La que sí hizo trizas las estadísticas fue Hines-Allen. Con 34 puntos, 16 rebotes y 34 de valoración fue un dolor de cabeza constante para las entrenadas por Mario López, y una pieza clave para explicar lo sucedido.

El choque comenzó intenso como se esperaba, pero la puesta en escena de las anfitrionas prometió. Se abrió el campo, los tiros entraron y en defensa se mantuvo bastante a raya a un conjunto rival en el que la de Nueva Jersey ya comenzó a destacar a pesar de las ayudas para intentar pararla.

En el segundo cuarto, el Lointek Gernika dio un paso al frente en la mayoría de aspectos. La presionante defensa se incrementó y posibilitó que el equipo se creciera en ataque con Moore y Brcaninovic como estiletes ante la incomodidad de la Virtus, que estuvo poco inspirada en el lanzamiento exterior. Se movió bien el balón, el equilibrio entre el juego interior y exterior fue fluido y a partir del minutos seis la puesta en escena de las vizcaínas resultó excelente. Endosaron un parcial de 11-2 más que esperanzador a las de Bolonia.

Pero quedaba toda la segunda parte y había que dar continuidad a la apuesta sólida mostrada hasta entonces. No se pudo. Tras el regreso de los vestuarios las italianas se la tenían que jugar porque una derrota hubiera supuesto quedar sin opciones y lo hicieron a la perfección. La calidad y la experiencia de sus jugadoras salió a relucir. Las gernikarras aguantaron en el tercer cuarto, aunque tuvieron que superar una fase crítica porque la falta de ideas comenzó a pasar factura, pero se logró apaciguar los ánimos rivales a base de ser más verticales y de tiros libres.

El cortocircuito llegó en los últimos diez minutos con un parcial de 4-12 en los primeros cinco minutos en los que las gernikarras ya dieron síntomas de empezar a diluirse con muchas dificultades en ataque ante un conjunto italiano que mantuvo la intensidad y se creció. No se cerró el rebote y Hines-Allen terminó su recital con un triple que sentenció el choque.