Un regreso sin mordiente

Las granate se vinieron abajo en el último cuarto, pero tampoco consiguieron plasmar sobre la cancha más que en determinados momentos el equipo que acostumbran. Toca pasar página rápido porque tienen que recuperar el partido aplazado de la primera vuelta entre semana en Lleida ante el Cadí La Seu y la clasificación para la Copa de la Reina está en juego.

El arranque de las gernikarras fue prometedor. Después de tanto tiempo sin competir, el ataque funcionó y en defensa dieron ciertos dolores de cabeza a las guipuzcoanas, que no encontraron la superioridad que buscaban en la pintura. Fue desde el exterior desde donde las entrenadas por Azu Muguruza consiguieron igualar el choque para el minuto cinco. A estas alturas ya habían dado un paso al frente atrás, y las gernikarras encontraron bastantes más problemas para anotar. La falta de acierto desde la larga distancia se hizo notar.

En el arranque del segundo acto, las anfitrionas se colocaron con doce puntos de ventaja porque supieron aprovechar la inercia que traían. El Lointek Gernika no pudo correr, tampoco encontró el camino a la canasta porque faltó verticalidad, y también fallaron algunas acciones fáciles. A pesar de todo, Roundtree acudió al rescate y las diferentes defensas planteadas por Mario López surtieron efecto. De esta forma se evitó que las guipuzcoanas rompieran el choque. Su precipitación a la hora de intentarlo les pasó factura y todo quedó abierto para la segunda mitad.

Tras el regreso de los vestuarios, dos triples consecutivos del IDK hicieron temer lo peor, pero Buch acertó por fin desde la larga distancia y el choque se mantuvo en un toma y daca en el que ninguno de los dos equipos logró plasmar su superioridad. Las granate controlaron bastante bien el rebote, pero les faltó claridad de ideas, circulación y constancia a la hora de abordar una defensa más intensa de las locales. Jugaron a rachas. Dos buenas acciones de Higgs les permitieron colocarse a un punto a falta de poco para la conclusión del tercer cuarto, pero un tiempo muerto de Muguruza hizo que las suyas espabilaran.

Con todo por decicir en el inicio del último acto, Coulibaly reclamó el protagonismo que hasta entonces le había faltado y solo había tenido Cox, y amarró el partido para su equipo. Las guipuzcoanas cerraron bien su zona y como las visitantes mostraron muchas dudas y falta de acierto en el lanzamiento exterior se les hizo de noche. En defensa los problemas para cerrar la pintura se incrementaron, y cuando lo consiguieron el acierto de Cornelius desde el exterior fue determinante. Un parcial de 18-7 en los primeros cinco minutos acabó por decantar la balanza. Un tiempo muerto del técnico de la villa foral trató de reconducir la situación pero fue demasiado tarde. Para entonces las guipuzcoanas ya estaban crecidas y el Lointek Gernika sin la mordiente necesaria para levantar la cabeza.