El play-off pinta negro para el Lointek

El objetivo era pelear cada cuarto y no encajar parciales, pero la calidad de las castellano-leonesas y la intensidad que imprimen a su juego son muy complicadas de parar. La entrenadas por Roberto Íñiguez salieron dispuestas a evitar cualquier tipo de sorpresas y les bastaron los primeros diez minutos para hacer añicos cualquier esperanza granate. Sus porcentajes de tiro superiores al 70% tanto desde le media distancia como desde el triple resultaron aplastantes. Las hermanas Samuelson metieron casi todo lo que intentaron y no dieron opción a que las gernikarras pudieran respirar.

Intensas en defensa, las salmantinas complicaron mucho la vida a las vizcaínas y encarrilaron la contienda (13-34). A partir de entonces les bastó con gestionar la diferencia ante un Lointek Gernika que quiso pero no pudo. En el segundo acto tiraron de valentía e igualaron la agresividad de sus oponentes. Un parcial de 11-1 les dio algún motivo para la esperanza porque llegaron a colocarse a once, pero un tiempo muerto del técnico foráneo sirvió para que el Perfumerías Avenida reaccionara y volviera a poner el partido donde quería. Ajustaron su defensa y recuperaron su verticalidad con una Cooper inmensa y las locales no pudieron mantener la constancia que exigía el momento. La veintena de puntos de diferencia regresó al luminoso.

Tras el paso por los vestuarios, a las visitantes les bastó con mantener la fluidez para tratar de poner la puntilla al choque. Llegaron a contar con 29 puntos de ventaja, pero las de la villa foral no tenían mucho más que perder y arropadas por su público, insistieron. Tiraron de pizarra para encontrar alternativas, pero con un Perfumerías Avenida en semejante estado resultó muy complicado.

Las salmantinas no tenían prisa porque les bastaba con la diferencia que manejaban y saben moverse a la perfección en este tipo de situaciones. Pero las granate tiraron de casta a pesar de las dificultades. Consiguieron reducir algo la desventaja en los últimos minutos, aunque remontar quince puntos en la vuelta se antoja casi imposible.