El pasado como medicina para el Lointek Gernika

Una ventaja de 18 puntos debería dar la tranquilidad suficiente al Lointek Gernika para afrontar con garantías el partido de vuelta de la Eurocup ante las húngaras del KSC Szeksard. Pero en el conjunto vizcaíno no quieren vender la piel de oso antes de cazarlo. Porque tienen muy reciente lo ocurrido el año pasado en la misma competición. Entonces, viajaron a Turquía con una renta de 15 puntos sobre el Galatasaray y confiaban en colarse en la ronda del Top16. El ambiente en el Ahmet Comert Sports Hall pudo con ellas y las entrenadas por Mario López sucumbieron por 18 puntos y dijeron adiós a su andadura europea.

«Tenemos muy fresco lo que pasó el año pasado en Turquía. Tenemos que prepararnos para afrontar un partido muy serio y difícil en Hungría. La clave del partido volverá a estar en saber jugar como equipo y en mantener una fuerte defensa», confesaba la norteamericana Blake Dietrick. Un mensaje que ha calado en el vestuario del Lointek y que también repetía Belén Arrojo. «¿Que si 18 puntos es suficiente ventaja? Nada es suficiente. Deberemos intentar practicar nuestro mejor baloncesto. En Hungría deberemos salir de la misma manera que hemos hecho en Maloste. No podemos ir a especular», explicaba la granadina.

Las jugadoras de Mario López son conscientes de que cualquier despiste puede resultar fatal para sus aspiraciones y de que en la cancha húngara el próximo miércoles les esperará a buen seguro una encerrona. «Ellas –por las deportistas del Szeksard– son muy físicas y agresivas. Lo bueno es que la Liga nos ha preparado muy bien para todo», confesaba una Dietrick feliz por el partido que había realizado el miércoles y porque el club de Gernika le había permitido viajar la semana pasada a «la boda de mi mejor amiga» en Estados Unidos. Precisamente, esa amistad pudo presenciar el partido del miércoles y disfrutar del ambiente en la grada.

«Ella ha visto partidos en Salamanca y dice que en Maloste la animación es mucho mejor. Es muy difícil para el rival jugar en nuestra cancha», insistía la norteamericana. En su opinión, el peligro de las húngaras en la vuelta de la próxima semana es Dojkic, a la que Dietrick tuvo que secar en la cancha hace dos días. «Queremos llegar lo más lejos posible, a la final si puede ser, pero tiene que ser gracias al juego colectivo, todas juntas», explicaba la de Wellesley. La solución, en cinco días. El sueño de seguir haciendo historia está cada vez más cerca.