El Lointek Gernika echa el cierre a su vestuario y ya no entrará nadie más. Quien ha sellado esa puerta es nada más y nada menos que su capitana, Naiara Díez, la última en renovar, quien ha decidido seguir un curso más ligada al ... conjunto de la villa foral. La próxima temporada será la octava de la escolta de Alsasua en Maloste, la que considera desde hace tiempo como su segunda casa.
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A sus 33 años la navarra es una de las jugadoras más queridas de la afición, no en vano es, junto al técnico Mario López, la única superviviente que se ha mantenido desde el ascenso a la máxima categoría nacional femenina en 2014, siendo una de sus piezas claves en ese play-off, pero también desde su llegada al club un año antes y hasta ahora. Jugadora de raza y mucha pasión, la campaña pasada no fue una de las mejores a nivel individual, en cuanto a números y registros, pero lo que aporta dentro y fuera de la pista trasciende mucho más que lo meramente estadístico.
Su visión de juego y su buena mano desde la línea de tres auguran nuevas tardes y noches de gloria al conjunto gernikarra. Desde lejos la capitana firmó la pasada temporada un 31,3% de efectividad, y es ahí donde el Lointek puede hacer mucho daño con la llegada de otras expertas como la serbia Milica Ivanovic, la estadounidense Angie Bjorklund o la holandesa Laura Cornelius. Tres refuerzos de lujo a los que se une además la catalana Roso Buch, la cántabra Paula Ginzo y la brasileña Nadia Colhado.
Naiara Díez capitaneará un equipo en el que volverá a compartir vestuario con Margaret Roundtree, Nogaye Lo, Belén Arrojo e Itziar Ariztimuño, y que ha acogido también a la canterana Marta Alberdi. «Es un honor seguir un año más. Tengo mucha ilusión por empezar y sobre todo por hacer disfrutar a la marea granate con un juego atractivo», declaró, antes de confesar que después de lo visto el curso pasado, en el que el equipo firmó su mejor temporada de la historia con la llegada hasta los octavos de la Eurocup y el tercer puesto en liga, tienen el listón «muy alto». «Pero tenemos que empezar por crear un gran equipo con nuestras señas de identidad, es decir, trabajo y más trabajo».
Con su renovación, que el verano pasado fue la primera del equipo, Mario López da por cerrada una plantilla amplia y muy polivalente, con doce jugadoras con distintos perfiles en cada puesto, lo que permitirá echar mano de cada una de ellas dependiendo del rival o del momento de cada partido. El objetivo el equipo seguirá siendo crecer y dar un pasó más allá. En la Liga Femenina Endesa ya saben que arrancarán el próximo 19 de septiembre en la cancha del Valencia Basket, su verdugo en la Eurocup. Antes disputarán la Supercopa. También la competición continental, y lucharán por clasificarse y hacer un buen papel tanto en la Copa de la Reina como en el play-off por el título. La llama de la ilusión morada vuelve a encenderse.
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