El Lointek Gernika, sin contemplaciones

Objetivo cumplido. El Lointek Gernika puso el broche a la fase de grupos con la contundencia que hacía falta. Sin contemplaciones. Las vizcaínas aplastaron al Olivais en Maloste y, de momento, tras los resultados que se dieron en el resto de grupos, se asegura quedar entre los once primeros equipos de los 24 que pasan a la siguiente ronda de la EuroCup Women. Cuando concluya la última jornada se sabrá la posición exacta. Si se clasifica entre los ocho primeros pasa directamente a dieciseisavos y se ahorra una ronda, y en caso contrario jugará el partido de vuelta en casa.

En el enfrentamiento ante las lusas era cuestión de paciencia porque la calidad de las anfitrionas se antojaba superior a la de sus rivales, y todo se puso más sencillo después de que una de las mejores jugadoras de las portuguesas, Radovic, se lesionara en el calentamiento en una rodilla, y la otra de sus pilares, Dusanic, no pudiese acudir a la villa foral por problemas en el visado. Eugenio Rodrigues se vio obligado a apostar por el producto nacional para disputar su último encuentro esta temporada en Europa, mientras que Mario López puso en pista de inicio a la mayor parte de su arsenal con el objetivo a romper el choque lo antes posible y evitar cualquier especulación.

Todo fue como la seda. Las vizcaínas rompieron enseguida la zona portuguesa con buenas circulaciones que tuvieron como consecuencia tiros cómodos y acierto. Aunque costó un poco abrir el hueco definitivo porque el Olivais también tiene su orgullo y se agarró al choque como pudo. Fue en los últimos minutos del primer cuarto cuando las gernikarras dieron el primer zarpazo importante tras incrementar su presión en la salida de balón y lograr varios robos que llevaron la diferencia a los quince puntos en el marcador con una buena aportación de la mayor parte de las jugadoras.

Logrado el primer objetivo, el segundo acto sirvió para que la brecha fuera lo suficientemente profunda para que las visitantes tuvieran claro que el choque se les había escapado por completo. Con el rebote controlado se pudo correr, la conexión entre Ariztimuño y Lo dio sus frutos y la pívot balear se fue hasta la docena de puntos. Las portuguesas lo intentaron, pero no pudieron percutir en la pintura por falta de altura y desde el exterior tampoco estuvieron acertadas por la buena presión local.

Tras el descanso fue cuestión de mantener la intensidad para que todo fluyera y la ventaja se incrementara de forma progresiva. El tercero terminó con 50 puntos a favor, y en el último se bajó un poco el ritmo por la inercia del choque y porque el trabajo había dado sus frutos. Ahora toca esperar, pero los deberes están bien hechos.