La andadura europea del Lointek, en el alambre

Regusto amargo después de tener la segunda plaza tan cerca. Porque caer ante las francesas escoció y dejó mal cuerpo. Las 20 pérdidas que tuvieron las anfitrionas, muchas en momentos clave, pueden servir para explicar por dónde se empezó a resquebrajar el guion del enfrentamiento ante las de Romuald Yernaux. En un partido con un marcador tan ajustado cada detalle cuenta, y faltó capacidad de gestión para resolver ante un rival que dispone de mayor fondo de armario y al que la recuperación de, sobre todo Coffey, le dio mucho mayor empaque.

Se consiguió llegar al último cuarto con opciones y se presentó batalla, pero las francesas tuvieron mayor sangre fría y aprovecharon la calidad que tienen en sus filas para rematar el choque.

La salida del Lointek Gernika fue mejor que la de sus rivales en un duelo en el que quedó claro que ninguno de los dos conjuntos iba a ceder nada en defensa. La presión alta y la anticipación dieron sus frutos, y las locales llegaron a contar con siete puntos de ventaja a falta de poco más de dos minutos y medio para la conclusión. Pero los triples de las francesas aparecieron a tiempo.

En el segundo acto Coffey entró más en acción junto a Pouye y puso por delante a las suyas, pero las anfitrionas se resistieron. La lesión de rodilla de Silva complicó las cosas. En ataque faltó acierto por momentos ante una escuadra rival que cada vez estaba más cómoda, pero Bjorklund desde la larga distancia y Moore consiguieron que todo se volviera a apretar y el choque quedara abierto para la segunda mitad.

Tras el regreso de los vestuarios Buch, en el puesto de base, imprimió más verticalidad al equipo y sacó partido de los cambios defensivos de sus rivales. Moore siguió percutiendo, pero en el bando contrario Akhator también ganó protagonismo.

El último cuarto fue de máxima tensión ante un rival más fresco contra el que faltó contundencia en el intercambio de golpes. Las vizcaínas tuvieron cuatro puntos de ventaja a falta de dos minutos, pero Mendy no perdonó y los errores locales tuvieron mucho peso al final de la contienda.