El Lointek no encuentra la fórmula

Las anfitrionas llegaban con hambre y ganas de romper la mala racha que acumulaban, y en ambas vertientes ganaron a las de la villa foral. Faltó ambición. En el momento que las cosas se torcieron las visitantes se diluyeron. Atkinson -26 puntos y 26 de valoración- y Dongue -22 puntos y 22 de valoración- hicieron trizas a las gernikarras. Los problemas para cerrar el rebote y las pérdidas también pasaron una enorme factura.

No se consiguió la regularidad esperada. En el primer cuarto se vivió del acierto porque se consiguieron buenas lecturas en ataque en un partido que comenzó con un ritmo alto. Pero no se consiguió colapsar la pintura y el Kutxabank Araski tuvo segundas oportunidades que supo aprovechar. Se llegaron a contar con seis puntos de ventaja a mitad de cuarto gracias a una efectividad que les dio un cierto respiro y resultó esperanzadora. Pero no apretar atrás pronto tuvo sus consecuencias y las locales dieron la vuelta a la situación para colocarse por delante. Sin embargo, un parcial de 0-5 del Lointek Gernika le permitió acabar dos arriba tras los diez primeros minutos.

En el arranque del segundo acto se mantuvo el cuerpo a cuerpo en cuanto a la anotación, pero Mario López paró el choque porque no le gustaba lo que estaba viendo. Su equipo no se reconocía en defensa y Dongue empezó a encontrar más huecos con su verticalidad y su fuerza. No había ayudas. Y en el momento que empezaron las dificultades en ataque llegaron los problemas. Se seguía sin la agresividad necesaria para detener las embestidas de las alavesas, que se crecieron al comprobar las carencias rivales.

El Araski cerraba bien las líneas de creación y llegaron las prisas. Al final del segundo cuarto, las vizcaínas consiguieron bajar la diferencia de la barrera psicológica de los diez puntos tras un palmeo de Roundtree en el primer rebote ofensivo de las visitantes.

Tras el paso por los vestuarios era necesario resetear y pisar el acelerador para ganar en constancia y alegría, porque los 26 puntos encajados en el anterior y las sensaciones que transmitía el equipo comenzaban a preocupar. No se hizo. Las vitorianas fueron un conjunto mucho más compacto que supo jugar mucho mejor sus cartas, mientras que al Lointek Gernika se le empezó a hacer de noche porque fue incapaz de cambiar la dinámica. Las anfitrionas tuvieron otro punto más. Otra velocidad, y las ideas mucho más claras. Lograron romper el choque definitivamente a mitad del tercer acto, en el que las gernikarras volvieron a encajar otros 26 puntos. Demasiados.

En el último les bastó con mantener la paciencia ante un rival que ya no fue capaz de levantar la cabeza. Más frescas mentalmente y con el viento de cara, el Kutxabank Araski insistió. Estaba por ver si las granate eran capaces de por lo menos mantener el average particular, y tampoco lo hicieron. Estaban muy tocadas y ni los tiros libres que dispusieron en el último segundo para conseguirlo quisieron entrar.