El Lointek se desata en la Copa y jugará la semifinal

Era el momento, y las entrenadas por Anna Montañana supieron sacarle el máximo rendimiento. Se desataron hasta gustarse en muchas fases de una contienda que tuvieron de cara casi desde los primeros compases, y que supieron gestionar a la perfección. Consiguieron incidir donde más duele a las dirigidas por Bernat Canut, y la inspiración en ataque hizo el resto.

La del Lointek Gernika fue una primera parte casi perfecta. Las granate salieron muy enchufadas al encuentro, y que les entraran los primeros tiros les ayudó a ratificar su confianza. Atrás, los problemas en la zona para parar a Tolo no eran tan agobiantes y obligaron al Girona a lanzar desde lejos sin excesivo éxito. Spreafico marcó la diferencia desde la larga distancia, y a falta de cuatro minutos para la conclusión del primer acto un tiro de Da Silva, muy activa en la pintura, les permitió alcanzar los diez puntos de diferencia.

Tenían el partido donde querían. La defensa estaba a un nivel alto y el porcentaje de acierto era bueno. Sin embargo, la reacción de las catalanas llegó a tiempo porque sus tiradoras encontraron el camino. Su acierto coincidió con una fase en la que las vizcaínas, a pesar de generarse buenas posiciones, tuvieron el punto de mira desviado y los primeros diez minutos se cerraron tres arriba.

Había que seguir igual de convencidas porque equipos como el Girona no dan respiro, y encararon el segundo cuarto con buenas sensaciones y un parcial de 0-6 que volvió a darles cierto aire. Entre las gerundenses fue Gardner la que dio un paso al frente vista la situación y, aunque en sus primeras tentativas encontró problemas, su calidad y su insistencia hizo que mantuviera a flote a su equipo. Pero el Lointek Gernika colapsó bien al zona, estuvo atento al rebote y pudo salir en velocidad para llegar al descanso muy entero y con la moral intacta.

IQuedaba toda la segunda mitad pero la gestión de los tiempos del partido fue buena y compartieron bien el balón. De esta forma consiguieron salir indemnes del intercambio de canastas en los primeros minutos del tercer acto, y poner las bases de la victoria con una Meskonyte muy vertical. El Girona no tuvo capacidad de reacción. A estas alturas de la contienda su escasa rotación hizo que el cansancio comenzara a pasarle factura.

En el último las catalanas hicieron un último esfuerzo para tratar de rebajar la diferencia, que a estas alturas rondaba la veintena de puntos, pero en ningún momento presentó argumentos suficientes para inquietar el mayor equilibrio y el hambre de las gernikarras. Estaban crecidas y disfrutaron, que era de los que se trataba. Están a un paso de la final. Para alcanzarlo deberán superar al ganador del duelo entre el Perfumerías Avenida y el Barça.