5.562 seguidores vibraron con el Gernika

Javier Muñoz

Sábado, 4 de enero 2020, 16:59 | Actualizado 21:19h.

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Un año de récords sucede a otro. Una riada de familias aficionadas al basket, llegadas en grandes grupos desde el Casco Viejo y desde el barrio Miribilla, cubrieron en la tarde de este sábado en el Bilbao Arena, a partir de las 16.45, una hoja de ruta que, en 2019 por estas fechas, trazaron las futbolistas del Athletic en San Mamés ante el Atlético y que esas mismas rojiblancas van a completar este mediodía con su cita liguera ante el Barça en el mismo escenario.

Es un movimiento de cambio, en el que el Lointek Gernika tomó el testigo en el pabellón de Miribilla en vísperas de la noche de Reyes con la presencia del lehendakari, Íñigo Urkullu, el diputado general de Bizkaia, Unai Rementería, y la directiva del Athletic María Tato, entre otras personalidades. Todo había empezado días atrás, cuando el Lointek anunció que ya había repartido más de cinco mil entradas para su partido contra el Mann Filter Casablanca de Zaragoza en la misma cancha donde el RETAbet jugaría un poco después ante Estudiantes. Y el aforo alcanzado finalmente fue de 5.562 personas, a un paso de los seis mil aficionados a los que las gernikarras se habían propuesto llegar tocando a rebato a la afición.

Todo, incluida la victoria 78-58, fue el fruto de un trabajo colectivo con colegios, socios del Lointek, otros clubes vizcaínos, abonados del RETAbet y patrocinadores confabulados para distribuir las invitaciones. Los gritos de júbilo que se escucharon en el Bilbao Arena, al conocerse la cifra oficial de aficionados que habían respondido a la llamada del basket femenino, confirmaron lo buena que era la idea del Lointek de salir de su feudo de Maloste. Una iniciativa que el club tiene intención de repetir al menos una vez al año, en virtud de un acuerdo con el RETAbet. «Hemos multiplicado por siete los seguidores de Maloste», resumió una representante del club.

Da lo mismo que no se hubiera logrado el número redondo de 6.000 espectadores, cifra que habría obligado a las autoridades federativas a darle el marchamo de récord. En realidad, esa era la excusa. Si algo quedó de manifiesto en las gradas y la cancha del Bilbao Arena, una infraestructura pública, es que se nutrían de sabia nueva y eran ocupadas en igualdad por un equipo femenino y otro masculino, el de los hombres de negro que saldrían después.

Hay quienes subestiman estas iniciativas de llenar los recintos deportivos. En realidad crean dinámicas, hábitos de asistencia a espectáculos en los que el deporte es protagonista. Descubren ambientes diferentes y consiguen que aflore otra afición, una que enriquece la audiencia habitual alrededor de la cual ha pivotado desde hace décadas la competición de élite.

Cuadrillas enteras de chavales, identificables por sus gorras granates, familias al completo, compañeros de colegio... Un mosaico humano que aportó atractivo a la cita del Lointek, que pelea en la liga española contra clubes con más medios y compite con dignidad en Europa. Un grupo que este sábado creció a partir de su afición local, la masa bulliciosa que salió de su cancha de Gernika, con 800 asientos, para exhibirse en el Bilbao Arena y hacer lo que mejor sabe. Pasarlo bomba, asistiendo a una competición de nivel y animando a un equipo que tiene margen de progresión deportiva y social.

Los gritos de ¡Gernika! ¡Gernika! fueron ganando cuerpo a medida que avanzaba el partido y las locales superaban al Mann Filter Casablanca. La mascota Ixer, cedida habitual por el Zornotza al Lointek para este tipo de citas, no dejó de hacerse fotos con los niños. Las palmas arreciaron cuando se escuchó la Marcha de Radetzky, de Johann Strauss, por los altavoces del Bilbao Arena. Como en el Concierto de Año Nuevo.

Una prolongada ola en las gradas completó el espectáculo de la marea de aficionados ataviados con sus camisetas granates, que se 'apoderaron' de Miribilla durante un rato y añadieron más calor al que ya despiden los incandescentes duelos del RETAbet. Es posible que la diferencia entre los partidos de baloncesto masculinos y femeninos no sea tanta como la que sí se aprecia en el fútbol de ellos y ellas. Pero este sábado, en los aledaños del pabellón reinaba un ambiente particularmente infantil. Un ambiente de críos como los que, cuando el Athletic jugó contra el Levante en San Mamés, improvisaron con sus jerséis unas porterías en la explanada del estadio y se pusieron a jugar al balón, como en los viejos tiempos del colegio.

Sólo que ahora ellos y ellas juegan juntos, y por igual. En el Bilbao Arena, lo hicieron el Lointek y el RETAbet. Ambos clubes le dieron a Bilbao una sesión doble de deporte que redunda en beneficio de ambos y de la ciudad. Sumar siempre es bueno.