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JUAN PABLO MARTÍN
Jueves, 3 de enero 2019
Hicieron historia con la entrada en el play-off de la EuroCup Women, y ayer escribieron otro capítulo con su victoria en la ida ante el Galatasaray en Maloste. El campeón de la competición hincó la rodilla cuando muy pocos se lo esperaban por la ... ambición y la casta mostrada por las vizcaínas en un encuentro que tuvo de todo. ¿Por que no seguir soñando?, se cuestionó la capitana del equipo, Naiara Díez, una vez logrado el pase en la fase de grupos. Pues que nadie las despierte. Aunque queda la vuelta en Estambul y el equipo turco tiene muchos recursos. De momento, son quince los puntos de ventaja con los que afrontarán las de la villa foral el siguiente encuentro, pero más importante fue la dosis de autoestima lograda por un triunfo de mucho prestigio. Una victoria basada en la fe y en el acierto. En ser valientes, que era lo que les había pedido su técnico, Mario López, antes que se iniciara la refriega. Necesitaban rozar la perfección y lo hicieron durante bastantes minutos. En los primeros veinte consiguieron endosar a las turcas casi tantos puntos como los que habían encajado de media al final de los partidos en la fase anterior.
Fueron dos cuartos en los que el Lointek Gernika mostró su mejor baloncesto. Y eso que el Galatasaray encontró desde la larga distancia –algo poco habitual en ellas vistos sus porcentajes hasta entonces– la fórmula de contrarrestar a las anfitrionas en el primer acto. Cuatro fueron los triples de las dirigidas por Efe Guven, mientras que las gernikarras sumaron dos más con Dietrick en plan estelar.
El conjunto local arrancó muy metido en el choque consciente de que tenía que minimizar el número de errores para evitar que sus rivales salieran en velocidad. López optó por un equipo más alto para tratar de cerrar el rebote, y las ideas en ataque fluyeron como se esperaba. Se tuvo la paciencia suficiente como para encontrar el mejor pase y el acierto hizo el resto.
El Galatasaray, sin embargo, tiró de orgullo al comprobar que las anfitrionas estaban muy puestas. Estuvo más fino en los tiros de dos y su base, Alben, una delicia de jugadora que sabe en todo momento qué es lo que debe hacer, se encargó de nutrir de balones a sus compañeras para mantenerse en el choque.
Las sensaciones fueron muy buenas y se ratificaron en el segundo cuarto con el parcial de 8-0 logrado de inicio merced a una buena defensa y a que las muñecas estaban calientes. Las jugadoras del banquillo reclamaron su protagonismo y Ariztimuño puso una velocidad más al juego de las gernikarras y Díez en la ayudas defensivas. Impulsadas por la diferencia en el luminoso, la dinámica fue más positiva. Las turcas no encontraron la fórmula de quitarse de encima la presión. Su acierto desde la línea de tres desapareció y los huecos que encontraban antes en la pintura cada vez fueron más pequeños. Tan sólo Grigalauskyte se hizo alguno. Sin embargo, la conexión entre las exteriores y las jugadoras más altas gernikarras no se interrumpió. La diferencia rondó la veintena al descanso.
En la reanudación, Mario López pidió controlar las emociones porque todavía quedaba mucho partido por delante y estaba por ver si el Galatasaray tenía alguna solución extra para volver al encuentro. El regreso a pista de las de la villa foral no fue bueno. Las numerosas faltas cometidas en los primeros minutos llevaron a cierto desconcierto, y las turcas encontraron más facilidades para percutir dentro. Faltaron soluciones a las defensas alternativas propuestas por las de Efe Guven, y el marcador comenzó a ajustarse y plasmar lo que parecía algo más real vista la entidad del rival. Las decisiones de las anfitrionas tampoco fueron buenas porque jugaron más con el corazón que con la cabeza, y los árbitros no ayudaron a mejorar la situación. Con Vandewal y Dietrick en el banquillo por acumulación de faltas, el atasco comenzó a ser preocupante. Macaulay mostró su valía y su poderío bajo los aros porque contó con más balones y Jefferson despertó.
Los nubarrones negros comenzaron a cubrir Maloste en el inicio del último acto porque el Galatasaray parecía más engrasado y el Lointek Gernika veía que comenzaba a griparse el motor.
Tan solo algún fogonazo daba luz a la esperanza de que el triunfo se pudiera quedar en casa. Pero el abarrotado pabellón comenzó a poner los decibelios necesarios para que las gernikarras despertaran y se pasó de la alarma roja, cuando las turcas se colocaron a dos puntos, al delirio. Fue tras la antideportiva señalada a Jefferson a falta de cerca de tres minutos para la conclusión cuando renacieron las anfitrionas para echar el resto.
La defensa se volvió a compactar, el equipo logró correr y al Galatasaray se le hizo de noche. Sus dificultades fueron tan evidentes que no consiguieron anotar hasta el final de la contienda, mientras que las de Mario López enderezaron el punto de mira y agotaron sus fuerzas para endosarles un parcial contundente. Queda la vuelta en Estambul, pero a las jugadoras del Lointek Gernika ya nadie les va a quitar las caras de felicidad del final del encuentro.
Lointek
Lointek Gernika: Vanderwal (12), Dietrick (19), Gwathmey (14), Mazionyte (14) Berezhynska (19) -cinco inicial- Ariztimuño (3), Díez (3), Pascua.
84
-
69
Galatasaray
Galatasaray: Alben (13), Jefferson (13), Atas (3), Abdi (3) Macauly (19) -cinco inicial-; Grigalauskyte (18), Onar, Topuz, Glokdemir.
Parciales 24-25, 29-11 (53-36), 12-21 (65-57) 19-12 (84-69)
Árbitros Somos (GRE), Bissuel (FRA), Ortis (FRA). Eliminaron a Macaulay.
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