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jorklund protege el balón entre una maraña de brazos durante el partido de ayer en Maloste. MIREYA LÓPEZ
El Gernika se desinfla en el sprint

El Gernika se desinfla en el sprint

Le tardó en sonar el despertador, reaccionó a lo grande y no pudo mantener 12 puntos de renta ante un Valencia que se reenganchó a falta de seis minutos

Sábado, 19 de diciembre 2020, 23:55

Le faltó poco. Una dosis extra de aire para calibrar mejor la puntería, para leer con más claridad las posesiones vitales cuando un Valencia al que no remató se revolvió en el sprint final del partido. No le valieron de nada al Gernika las fases de control, dominio y autoridad con que sometió a las taronja desde que le sonó el despertador. Tarde, porque las de Mario López tuvieron una salida en falso de la que se recuperaron sin daños colaterales. Pero en un tiempo muerto clarificador encontraron el camino y comenzaron a remar contra la corriente tanto que para cuando se dieron cuenta habían volteado el 0-8 de inicial con un parcial final de 11-0 en 2,46 minutos para llevarse el primer cuarto (21-16).

Lointek Gernika

Cornelius (9), Buch, Bjorklund (8), Roundtree y Colhado (5) –equipo inicial–; Lo (12), Ginzo (7), Ariztimuño (4), Arrojo (6), Ivanovic (3).

54

-

59

Valencia Basket

Ouviña (16), Allen (2), Davis (12), Carrera (5) y Gulich (17) –equipo inicial–; Casas (5), Gómez, Juskaite, Romero (2).

  • PARCIALES 21-16, 13-12 (34-28), 14-15 (48-43), 6-16 (54-59).

  • ÁRBITROS Olivares, Ríos, Colomer. Sin eliminadas.

De lo mejorcito que se ha visto en Maloste a partir del minuto 3 y hasta a punto de cerrar el tercer acto. Un Lointek soberbio, disciplinado, duro. Con el acierto por bandera sustentado en un trabajo coral atrás de los que hacen sentirse orgulloso a un cuerpo técnico. Con Ariztimuño, Ginzo y Lo como primer recurso, las vizcaínas dieron el primer arreón a un equipo que antes había despertado con los triples de Bjorklund. Haber sido capaces de reaccionar de tal guisa suponía un comodín para la credibilidad de las locales en su afán por mantener irreductible su feudo de Maloste.

Ambos conjuntos dieron por momentos un clinic de cómo se defiende al límite. El Valencia amagaba con minimizar las rentas vizcaínas buscando y encontrando a Gulich en la pintura (0-6), pero en ese trabajo mutuo de contención Cornelius, Arrojo y Colhado equilibraban la balanza para llegar al descanso con seis puntos de margen tras haber sido capaces de llegar a la decena (32-22). Un dato inesperado. La aportación desde el banquillo favorecía a las vizcaínas 19-4. La razón fue nociva a la larga, ya que Buch y Roundtree no vieron aro acumulando diez tiros de campo errados.

Se podía esperar la reacción de las valencianas. Pero si alguien subestima al Gernika tiene un problema. A la vuelta de los vestuarios costó a ambos equipos recalibrar la puntería hasta que un triple de Lo puso en marcha de nuevo el marcador y Cornelius la emuló para proyectar el margen hasta los doce puntos (40-28). Luego el tino mermó. No se atinaba con posiciones francas de cuatro metros, pero era tal el trabajo en el cuerpo a cuerpo que el Lointek mantuvo su control hasta el 46-34 a falta de un puñado de posesiones para cerrar el tercer cuarto. Y ahí se le comenzó a escapar la victoria a las inquilinas de Maloste.

El Valencia echó al fuego cuanto le quedaba. Hizo una tacada de 2-9 para presentarse en la casilla del tramo final soplando en la nuca a las de Mario López. Las vizcaínos comenzaron a pasarlo mal. La opción de tres pequeñas con Arrojo de cuatro no dio resultado. Más de tres minutos sin anotar, con las taronja desperdiciando hasta tres ataques seguidos para ponerse por delante en el luminoso. Igualaron a 50 puntos a seis minutos del final y el partido quedó en manos de la templanza.

La enorme acumulación de talento en la carísima plantilla que dirige Rubén Burgos floreció de la mano de una Ouviña letal. Un parcial de 2-10 empinó mucho la cuesta, pero el Gernika no sabe rendirse y a dos minutos del final volvió a agarrarse al partido (54-53). Pero careció de herramientas para abrir el blindaje que habían puesto las de La Fonteta en torno a su canasta. Sólo permitieron seis puntos al Gernika. Según crecían los problemas lo hacía también la ansiedad, la peor compañera para jugarse un cara o cruz. Maloste cedió, pero tras una heroica batalla digna de recordar.

Mario López: «Sabíamos que sería una pequeña guerra»

Nada con lo que no contara Mario López en el scouting, acierto al margen. «Sabíamos que iba a ser una pequeña guerra, imponiendo Valencia el físico y se ha dejado jugar. El mal porcentaje en tiros de dos nos ha acabado pasando factura ante su mucha calidad individual que sale a relucir en finales apretados, como Ouviña en esos uno contra uno con que ha resuelto el partido. Estoy contento del esfuerzo y ahora hay que pensar en sacar partidos fuera, porque la segunda vuelta en Maloste será muy complicada».

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