Piden 14 años de cárcel para el extécnico del Gernika de basket por abusos sexuales

El ministerio público ha solicitado además que se prohíba al procesado acercarse a la localidad de residencia de la víctima en un periodo de 10 años. La denuncia de presuntos abusos sexuales se conoció el 17 de diciembre y provocó un terremoto en Gernika y en el mundo de la canasta. Según la Fiscalía, las agresiones comenzaron en casa del entrenador mientras él y la víctima «veían un partido de baloncesto». A partir de ahí se repitieron, sobre todo en la residencia del adulto. «Continuaron en el tiempo y subieron de intensidad sometiéndose a ellos dado el temor que le infundía ante la gran diferencia de edad y posición», recoge el escrito.

A esto se sumaban diversas actividades que el técnico realizaba y que provocaban temor en la menor, como «tocar el claxon cuando pasaba en coche por su casa, conducir de manera agresiva y temeraria cuando la trasladaba, ser agresivo y desproporcionadamente exigente con ella en los entrenamientos o imponiéndole hablar a diario por teléfono».

La denunciante dejó el club en 2003. Mario López llevaba más de dos décadas como técnico del equipo de Liga Femenina hasta que hace dos años, alegando problemas de salud, dejó de serlo. La denuncia se interpuso el mes de junio del año pasado. La mujer, que ha sido diagnosticada de trastorno por estrés postraumático «para cuya sanidad ha precisado de tratamiento psiquiátrico y psicológico», fue citada a declarar al día siguiente, al igual que el técnico, que ya había vuelto al club.

Al parecer, durante ese tiempo los responsables de la entidad tuvieron varias reuniones con las jugadoras en las que hablaron de «rumores» sobre lo acontecido. También les dijeron que si cualquiera de ellas estaba incómoda con la situación, Mario López dimitiría. A mediados de septiembre se despidió del primer equipo y Lucas Fernández cogió las riendas. Pero poco días después volvió a un entrenamiento en labores de director técnico. Una de las jugadoras abandonó el equipo.

Tras conocerse la denuncia, el club le despidió y pidió «perdón» por la gestión del caso. La Federación Española de Baloncesto dictó medidas cautelares que impedían la expedición «de cualquier tipo de licencia al implicado hasta que exista una sentencia firme». Mario López también fue seleccionador nacional en las categorías sub'16, sub'18 y sub'19 femeninas.

Gernika se echó a la calle. Más de 2.000 personas participaron en una manifestación convocada por la Red Feminista. El colectivo reclamó pocos días después la dimisión de la directiva al considerar que había sido «directamente responsable de la impunidad que ha disfrutado Mario López y de la revictimización de la agredida». A mediados de enero, tras la celebración de una asamblea extraordinaria, desde el club se informó que sus socios habían ratificado a la junta directiva. «El apoyo ha sido mucho más grande de lo que esperábamos y nos permite tomar un poco de oxígeno para que este proyecto no se caiga», destacó su presidente, Gerardo Candina.