La falta de físico pasa factura a las vizcaínas

Se optó por sacrificar a Wojta para dar entrada a Roundtree con el objetivo de contar con más altura en su cinco inicial, que se sumó a la misión junto a Arrojo. A lo largo de tres cuartos la situación estuvo bastante controlada. El equipo estuvo enchufado y a las dirigidas por Rubén Burgos no se las vio nada cómodas en la pintura. Pero en el último la situación se desbordó. Se pagó la falta de físico, y las faltas personales de la pívot bosnia limitaron al conjunto granate, que tampoco estuvo nada acertado en el lanzamiento. Los 18 puntos en la pintura cosechados por las taronjas en los últimos diez minutos hicieron mucho daño.

Aunque las valencianistas empezaron percutiendo dentro y las primeras canastas fueron de sus jugadoras más altas, la situación se controló poco a poco en defensa, por lo que la anotación de las visitantes tuvo que llegar de fuera. La tela de araña tejida, a la que también se sumó Mazionite para dosificar a Milic, tuvo su efecto. La aportación de las pilares taronjas se redujo a los diez puntos en el descanso. El cuerpo a cuerpo y las ayudas de las gernikarras fueron buenas.

En el aspecto ofensivo costó algo más que la bosnia se activara, pero en el segundo acto su muñeca se calentó desde la media distancia y tuvo destellos dentro dentro hasta ser la más determinante. Tras el descanso, Milic siguió a lo suyo bien ayudada por Arrojo y, en ocasiones por Roundtree. Incluso en el inicio del último. Pero la cuarta falta cometida a falta de siete minutos para el final fue determinante. Se tuvo que sentar en el banquillo. El marcador señalaba entonces un 52-51 que comenzó a ampliarse a favor de las visitantes a partir de entonces. En su regreso a la cancha no pudo emplearse con toda la intensidad, y tanto Tirera como Reisingerova estuvieron bastante más cómodas. Sus compañeras tampoco lograron pararles. Se notó y se pagó.