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Carmen Adarraga (Hernani, 1921-2004) fue capitana de la selección española de baloncesto y tres veces campeona de España con un equipo, la Seccion Femenina de San Sebastián, que compitió antes de que existiera un equipo masculino de este deporte en Gipuzkoa. No se conformó ... con su destacado papel en el basket. También llegó a ser subcampeona nacional de balonmano y una gran jugadora de hockey hierba. Jugaba, como el resto de sus compañeras, con un uniforme con peto, falda larga por debajo de las rodillas y camisa, y entrenaba con una especie de camisola, el atuendo más apropiado que encontraron para las mujeres deportistas en la época. En la actualidad, Carmen Adarraga da nombre a un premio que cada año reconoce en Gipuzkoa «el esfuerzo de tantas mujeres que son capaces de enfrentarse a la desigualdad desde el deporte».
«Mi ama fue una importante referencia. Cuando hacer deporte en la mujer era casi una afrenta a la sociedad, ella y sus amigas lograron confeccionar un equipo de baloncesto que hizo historia. Había que pelear contra viento y marea y recuerdo sus historias que me quedaron grabadas de chaval. No les importaba, porque era la única forma de trasladarse, montar en un mercancías junto a las vacas o lo que se transportara allí para poder llegar a las localidades en las que debían jugar, incluso con la selección, de la que también la ama formó parte, aunque no existan demasiadas referencias de aquellos tiempos», revela Tito Irazusta en 'Historia del Baloncesto Guipuzcoano', escrito hace una década por Mikel Lekaroz. «Carmen Adarraga y todas sus compañeras fueron capaces de hacerse hueco en un mundo adverso y marcaron una senda que conviene recordar. Su insistencia, entrega y pundonor llegaban a límites insospechados. Quizás por eso sus cinco hijos hicimos algún deporte, alguno convirtiendo en profesional su afición. Es algo que siempre agradeceremos a Carmen Adarraga, una amatxo ejemplar y una deportista magnífica«, continúa.
Esta mujer empezó a entrenarse en una improvisada cancha de baloncesto ubicada junto a la fábrica de chocolates que regentaba su padre, José Adarraga, y en la que trabajaban algunos de sus hermanos. Pronto se instalaron duchas junto a la cancha. «Fueron las primeras de Hernani y según parece no abundaban en la provincia. Paco Bueno, campeón de peso medio de boxeo, viajaba hasta Hernani para tomarse una ducha después de sus entrenamientos en Rentería. Eso sí, estaban vetadas para las mujeres y el agua salía fría«, evoca Mikel Lekaroz, que hace un repaso de lo que fue aquel equipo, la Sección Femenina de San Sebastián. «Ganó el primer título nacional en 1939, en el primer campeonato al que se presentaron. La victoria guipuzcoana supuso la paradoja de que aquel equipo se hiciera con el título nacional sin apenas haber entrenado y sin que ni siquiera se hubiera disputado en Gipuzkoa un partido de baloncesto femenino de forma oficial. De todos modos, la prensa de la época apuntaba el motivo de semejante hazaña: 'El brío y la garra de las jugadoras donostiarras fueron suficientes para vencer'».
La Sección Femenina de la que Carmen Adarraga formaba parte volvió a hacerse con la victoria en 1940, fue finalista en 1941 y ganó de nuevo en 1942 en una final jugada en Palma de Mallorca, a donde las jugadoras viajaron en tren. «Una gran ovación del público congregado en el frontón balear en el que se iba a jugar el partido hizo especialmente memorable esta final. Los aficionados aplaudieron y homenajearon a las jugadoras guipuzcoanas, que con esta convocatoria llegaban por cuarta vez consecutiva a la final del Campeonato de España. El partido terminó con victoria de la Sección Femenina sobre Madrid (40-14)». Después de aquello, Adarraga se convirtió, junto con otra jugadora, Merche Lacort, en la primera internacional guipuzcoana. Representando a España se enfrentó al GUF italiano. El partido del debut lo arbitró Ardevinez, colegiado de la regional castellana, y se celebró de madrugada y con luz artificial en la Ciudad Universitaria de Madrid. Radio SEU se encargó de radiar el encuentro a toda España, que terminó a las dos y diez de la mañana con derrota local.
Carmen Adarraga se casó con Leandro Irazusta, un ciclista que llegó a ser director de la Federación Guipuzcoana de Ciclismo durante muchos años. Se retiró del deporte después de elevar al baloncesto guipuzcoano a los puestos más altos para dedicarse a su familia. La internacional guipuzcoana falleció el 1 de abril de 2002 a los 83 años.
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