El domingo en el maratón de Valencia, Majida Maayouf dio el salto definitivo hacia la élite mundial de la distancia. Afincada en Euskadi desde hace más de una década, la todavía atleta del BM Bilbao -deja el club a final de año- finalizaba décima con ... una marca de 2.21.01 que dicho así no hace demasiado ruido, pero si se rodea de datos, asombra. Para empezar, su marca es la quinta de la historia a nivel europeo, justo por delante de la noruega Ingrid Kristiansen. Y a nivel de España, Maayouf llegó cinco minutos antes que Marta Galimany, que estableció el nuevo récord nacional de la distancia. ¿Cuál es el problema? Que Majida Maayouf no es ni española ni europea. A pesar de los once años que lleva en Euskadi -primero en Santurtzi, después en Vitoria y ahora en Salvatierra- y de haber renunciado a competir con Marruecos, sigue esperando una nacionalidad que no llega. Y la fondista ya está desesperada. «Tengo 33 años, estoy en mi mejor momento y las oportunidades se me están pasando», lamenta.
Publicidad
Majida siempre ha apostado por tener la residencia española. Desde 2013 lleva compitiendo con licencia vasca, se enroló en el BM Bilbao y con el club de Santutxu ha competido tanto en nacionales como en europeos, sus mayores éxitos, mientras con Euskadi ha competido en campeonatos de España, pero nunca con derecho a subir al podio. Ni siquiera en citas vascas, donde ha ganado en numerosas ocasiones pero al ser extranjera no le ha contabilizado. Y toda esta espera ha llevado a Mayoouf a perder la paciencia. «Sigo esperando que llegue el momento de que admitan mi solicitud y por fin me llegue la nacionalidad española, pero no hay forma». Y mientras tanto, ve cómo otros atletas como Jordan Díaz, el saltador cubano, o el burundés Ndikumwenayo ya son españoles, y se pregunta «por qué en mi caso no».
Maayouf, casada y con una niña nacida en Vitoria -tiene 10 años-, compara su trayectoria con la que fue su compañera de equipo Trihas Gebre, que llegó a San Sebastián en 2010 y desde 2014 cuenta con la nacionalidad española. Ella no lo ha logrado todavía en 2022 y se ha quedado sin participar en los Juegos de Tokio, para los que tenía la mínima, o el Mundial de 2022 que se celebró en Eugene. Ahora tiene en el punto de mira el Mundial de 2023 y los Juegos de París en 2024, las dos grandes citas más cercanas en el tiempo y donde la alavesa podría estar en caso de que se resuelva favorablemente su situación. Porque Maayouf solo se ve en el futuro como atleta española. «Renuncié a competir con Marruecos y ya no hay vuelta atrás», afirma.
La fondista reconoce que la situación le ha afectado a nivel anímico y económico, «porque como atleta al no poder competir en grandes competiciones, no tengo el caché de otras atletas. Así que para hacer concentraciones de cara al maratón, tengo que pagármelas de mi bolsillo, y para ganar dinero, tengo que correr carreras populares». Toda una sucesión de obstáculos que han amenazado con derrumbar a la atleta. «Cuesta mucho, pero quiero seguir intentándolo», dice. «Y la marca de Valencia me abre puertas que hasta ahora estaban cerradas». Una esperanza a la que se aferra la todavía atleta marroquí que sueña con ser española. «Seguiré esperando».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.