Oihane Sánchez: «Si crees en algo hay que ir a por ello»

- ¿Cómo llegó al karate?

- Empecé a los 3 años con la gimnasia rítmica, pero era una niña muy movida. Necesitaba otro deporte más cañero. Mis hermanos mayores practicaban karate e íbamos a verlos a campeonatos y exhibiciones. Ahí fue donde decidí probar y me encantó con cinco años. Desde ese momento supe que era mi deporte.

- Fue casi llegar y besar el santo logrando éxitos desde muy joven.

- Mi primer campeonato fue con 6 años y quedé campeona de un torneo de Navidad en el gimnasio. Fue mi primer podio. Luego seguí creciendo, con buenos resultados y Naroa Lezkano, mi entrenadora, me empezó a llevar a campeonatos de España. De los 11 años hasta los 16, he logrado podios tanto en combate como en katas. Sobre todo, en katas.

- Con 17 años, tienen que operarle del corazón. ¿ Cambió mucho su vida?

- Sí, fue un golpe duro. Tuve que parar, dejar de hacer deporte. Pasé de estar arriba a no poder hacer nada.

- ¿Qué ocurrió para que tuviera que pasar por el quirófano?

- Empezó todo con un desmayo que sufrí en el autobús cuando iba a clase. Me llevaron en ambulancia al hospital y, después de hacerme muchas pruebas, me diagnosticaron una arritmia intranodal derivada de una vía o conducto de más que tenía, es decir, que el corazón bombeaba demasiada sangre y se iba por esa vía de más. De ahí mis desmayos y el cansancio. El 4 de abril de 2016 me intervinieron. Fue un éxito y todo salió bien. Afortunadamente, los médicos me aseguraron que podría volver a mi vida normal.

- ¿Cuánto tiempo necesitó para recuperarse de su problema cardiaco?

- Fueron varios meses y de el proceso de produjo de manera paulatina. Volví a entrenar suave ese verano, tenía muchas ganas de volver a sentir el karate. Y además, preparándome en la categoría senior. La realidad es que noté que estaba estancada. Además tengo problemas en los cartílagos de mis rodillas, lo que no ayuda para nada y no podía hacer los katas al cien por cien. De hecho, volví a competir pero no llegué al podio del campeonato de España. Todo había cambiado. En 2018 descansé sin competir y fui como coach. En 2019 volví a competir pero las cosas seguían sin salir. Pero nunca me rendí porque sabía que con esfuerzo y trabajo llegarían los resultados. Después vino la pandemia y también supuso otro parón.

- ¿Cuándo sintió que estaba preparada para competir de nuevo a alto nivel?

-Después de la pandemia en una primera competición. Ahí tomamos la decisión de ir al mundial de katas de Cracovia. Conseguí aprovechar el tiempo para entrenar bien. Y una vez en competición, me sentí con nervios pero segura de mi trabajo para lograr la gran recompensa como es un subcampeonato del mundo.

- En katas no se pegan como en kumite. ¿Es una disciplina considerada menor?

- La kata es la base del karate. Sin las katas o técnicas, no habría combates. Es más, te diría que debemos tener mucha precisión para ejecutar cada kata, pensar en muchas cosas a la vez, hacer las posiciones bien, colocar bien los brazos, la mirada es muy importante, hacerlo fuerte, no confundirte. Son muchas pequeñas cosas que hay que pulir y trabajar

-¿Qué conclusión saca de su dura vivencia?

-Después de semejante experiencia, se te van los miedos. Hay que disfrutar y aprovechar el momento. Si crees en algo, hay que ir a por ello porque nunca sabes qué te puede deparar la vida.