Ser campeona de Europa es una sensación indescriptible que cualquier deportista sueña con poder experimentar. Se trata de una nueva sensación, un dulce sabor que, como en el caso de Mireia Vizuete (Vitoria, 2006), llega cuando uno menos se lo espera. La alavesa, que llegó ... al Europeo con el objetivo de «disfrutar», terminó llevándose la medalla de oro después de superar a Lucia Mrazova por 4-1.
- ¿Le ha dado tiempo a asimilar todo lo vivido en Praga?
- Aún tengo mucha adrenalina. Y eso que el viaje ha sido un poco largo, tuvimos que hacer escala en Frankfurt antes de llegar a Bilbao, pero estaba demasiado entusiasmada (ríe). Me desperté y aún no me lo creía, es increíble lo que ha pasado.
- La realidad es que, con sólo 16 años, ya es campeona de Europa. ¿Cómo suena eso?
- Es emocionante. Día a día te vas dando cuenta de que, todo el trabajo que has estado haciendo durante todo el año, está teniendo su recompensa. Desde principio de temporada me propuse intentar llegar al Europeo, lo hemos luchado un montón.
- ¿Cuántas horas le ha dedicado hasta que supo que iba a ir con la selección española?
- Muchas. Hemos entrenado cinco días a la semana, de lunes a viernes, haciendo varias horas de kárate y también de crossfit, para ganar fuerza pensando en los combates.
- Y todo esto sin saber usted si iba a ir a Praga. Tengo entendido que tenía una alternativa por si no iba al Europeo, ¿es así?
- (Ríe) Tenía cogidas unas entradas para ir al concierto de Melendi junto a mis primas y mis tías. Una persona al final nunca sabe si va a ir a un Mundial o a un Europeo, no se puede dar nada por hecho. Al final las tuve que dar, pero ha sido un mal menor viendo todo lo que ha pasado. No lo cambio por nada del mundo.
- El premio fue una final...
- No me lo esperaba para nada, en ningún momento llegué a pensar esto. Fui el Europeo como si fuera a un campeonato más, sin expectativas de nada. Sólo tenía en mente pasármelo bien con todo el equipo que tenía detrás. Cuando vi que estaba pasando las rondas, comencé a creérmelo un poco. ¿Pero antes de llegar a la final? Ya fue un premio.
- ¿Fue muy intenso el combate ante Lucia Mrazova?
- Ninguna queríamos arriesgar, es lógico. No se decidió nada hasta los últimos segundos. Hubo mucha tensión, sobre todo después de ir ganando 1-0 y contar con ventaja. A falta de 15 segundos ella reaccionó súper rápido, es una karateca muy buena. Buscó hacer el 1-2, pero contraataqué con un pequeño golpe en su tripa que me hizo ganar.
- ¿Recordó algo de la última vez que se enfrentaron en 2021?
- No lo tuve en mente. Nos medimos en la Youth League de Venecia, pero su forma de actuar no la recordaba bien. Antes de la final, tuve opción de ver todo repetido y ver cómo había combatido, pero no quería ver nada.
- ¿Por algo en especial?
- Sentí que me iba a generar mucha tensión dentro de mí, que no me iba a venir bien y que me generaría desconfianza. Preferí plantarme en la final sin tener nada en cuenta. En un combate que dura dos minutos no te da tiempo a relajarte.
«Jagoba es una referencia»
- Mrazova fue la única rival que le hizo un punto en todo el campeonato. ¿Lo sabía?
- Me enteré en cuanto terminó el Europeo. Estaba tan concentrada en los combates que no observé mucho los marcadores, lo digo de verdad. Cuando me di cuenta, sólo pude sentir satisfacción. El resultado acompañó a las buenas sensaciones y eso es algo increíble. Sumado a la experiencia del Europeo, es algo que no olvidaré jamás.
- Con su medalla de oro va a dar continuidad a la saga de su familia.
- (Ríe) No es casualidad. Mi familia me fue metiendo poco a poco en el mundo del kárate, creo que con sólo tres añitos. Es un deporte que siempre me ha gustado, he tomado un camino que me encanta.
- ¿Su tío y técnico, Jagoba, ha influido mucho en este momento que está viviendo?
- Esta medalla en parte es gracias a él. Es una referencia, tener a mi lado a alguien como Jagoba, una persona con tantos logros y tantos reconocimientos, es un orgullo tremendo, Todo lo que ha conseguido me lo ha transmitido en cada entrenamiento y hace que todos los que estamos en el Fitness Gasteiz mejoremos.
- ¿Ahora qué plan tiene? ¿Descansará un poco?
- Comenzaré un liguilla en septiembre, una liga nacional. Mi idea es participar en ella y también en un torneo internacional que se celebrará en Croacia. Después en octubre viene el Mundial. Aunque aún no hayan sacado la lista, voy a seguir entrenando aunque esté de vacaciones. En unos días iré a Peñíscola, allí le daré duro (ríe).
- Si acude al Mundial, ¿qué le gustaría que sucediera?
- Con ir ya es suficiente, pero si tengo que soñar un poquito, me gustaría ganar una medalla. Lucharé por conseguirlo.
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