Marian González, al borde la piscina cubierta de Mendizorroza. b. castillo
Marian González | Presidenta del club Lautada

«Combinamos deporte y educación»

El único club de waterpolo en Álava supera el centenar de practicantes y lo gestionan los padres

Olga Jiménez

Viernes, 20 de enero 2023, 00:47

Lleva tres años en la presidencia del Lautada, un club cuyos orígenes se remontan a la década de los 80 cuando el Menditxo de natación ... creó su sección de waterpolo. Marian González (Vitoria, 1972) es fiel a la filosofía de una entidad que pretende ir más allá del deporte fomentando valores como el compromiso o la implicación. El resultado es un crecimiento moderado con más de un centenar de jugadores repartidos en equipos que compiten en escolar y ligas vascas.

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- ¿Cómo llegó al waterpolo?

- Como suele suceder, por la afición de mis hijos. Empezó el chaval primero con la esgrima y luego con el waterpolo. No le gustaban los deportes convencionales. Más tarde, mi hija, quizás por ver tantos partidos de su hermano. Es verdad que no es frecuente que los dos practiquen un deporte tan minoritario. Me dicen de broma que son 'muy exóticos'. (risas).

- Una cosa lleva a la otra y le convencen para acceder a la presidencia. ¿Satisfecha con la tarea?

- Esta es mi tercera temporada. Contenta porque la filosofía de la entidad ha sido desde siempre la de ofrecer un proyecto deportivo y educativo. No queremos que sea una actividad extraescolar como tal, sino que tenga algo más. Pedimos implicación, compromiso de asistencia y dedicación. Por eso acabé aquí, porque empecé ayudando como muchos padres para temas de gestión. En la mayoría de los clubes, por pequeños que sean, hay trabajo como para una persona asalariada pero ante la imposibidad de contratarla, desde la junta directiva y más personas nos distribuimos las tareas. Yo solo soy la cabeza, pero detrás hay muchas personas que ayudan en el día a día. Somos un equipo humano de gran calidad para llevar todo el tema burocrático, fichas federativas, subvenciones o permisos.

- Son pocos pero superan ya el centenar de practicantes.

- Actualmente tenemos 104 jugadores entre licencias masculinas y femeninas. Hay muchos pequeños y es verdad que cuando crecen hay chavales que se van a otro club porque se cambian de ciudad a estudiar o simplemente lo dejan. También es cierto que nos vienen waterpolistas de otras provincias, gente a estudiar a la universidad que se suma a nuestro proyecto. No nos podemos quejar.

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- ¿Las competiciones vascas son el techo o aspiran a ascender a ligas nacionales?

- Por supuesto que nos gustaría, porque es una motivación para nuestros jugadores en su desarrollo personal y deportivo. Aunque el waterpolo en Álava tiene poca repercusión mediática al ser el nuestro el único club existente, la temporada pasada se disputaron 120 partidos entre las ligas de Euskalherria, Udaberria y las jornadas escolares. También algunos de nuestros jugadores y jugadoras asisten a sesiones de tecnificación de las selecciones vasca y española.

- ¿Qué trabajo hay detrás para la captación de nuevos valores?

- Hacemos un campus en Navidad y otro en Semana Santa. También hemos abierto uno femenino aunque al final suelen ser mixtos porque no hay tantas chicas como para hacerlo exclusivo. Los más pequeños suelen ir a Zaragoza, donde todos los años se disputa la Copa Fanáticos. Hemos disputado otros años campeonatos de España con juveniles e infantiles. Estamos contentos.

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Impulso

«No queremos que sea una actividad extraescolar como tal, sino que tenga algo más»

La mujer

«Cuando vienen a probar, se suelen quedar. Llegande la natación o de la sincronizada»

«Más equiparado»

-¿Por qué cuesta captar a mujeres?

- Es complicado. Este año hemos podido sacar equipo senior en Primera División de Liga Vasca con jugadoras desde 14 a 30 años. Tenemos equipo senior masculino en Segunda, hemos sacado en categoría juvenil y en cadete jugamos mixto, además de los escolares que compiten en Guipúzcoa. Pero cuesta convencer a las chicas. Aquí hay poca tradición y además el binomio chica-piscina a veces es complicado. Cuando vienen a probar, se suelen quedar. Llegan de la natación o de la sincronizada.

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-Ya no es tan raro ver a un mujer al frente de un club. ¿Es la mejor noticia?

- Tomé el relevo a otra mujer, Pili, y la siguiente también será presidenta, Mónica Fernández, en cuestión de semanas. Ser mujer con un cargo de responsabilidad en una entidad deportiva es algo que cada vez se ve con total normalidad. Quizás hace años todo estaba más masculinizado, pero actualmente veo todo mucho más equiparado.

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