

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Olga Jiménez
Jueves, 28 de julio 2022, 00:31
En 2020 se proclamó campeona de España, un año después subcampeona, mismo podio que este año. Hace apenas un mes lo celebró a lo grande ... en Ourense, donde la vitoriana demostró su elegancia y gen competitivo. «Me gusta mucho más competir que entrenar. Esa fuerza que saco compitiendo es lo que me hace ser mejor en citas importantes. A otras deportistas les puede poner nerviosas o les altera. Pero esa adrenalina la convierto en algo positivo para mí», confiesa a EL CORREO. A punto de tomarse unas merecidas vacaciones, repasamos sus 15 años de carrera deportiva, todos vinculados a la rítmica en el club Beti Aurrera. «Probé algún otro deporte pero con seis años empecé con la gimnasia y hasta hoy. Forma parte de mi vida» apunta.
Con 20 años, se puede hablar de veteranía en su caso, paradójico este deporte cuando en otras disciplinas con esa edad empiezan a salir del cascarón. «Del club sí que soy una de las gimnastas con más edad y te diría que en primera categoría también podría ser. Soy joven, pero ya sabes que en la gimnasia, se empieza a edades tempranas. Es verdad que tu cuerpo no llega hasta los 40 años. Las gimnastas de hoy duran algo más pero empiezan desde antes a competir a nivel nacional» explica.
Para quienes no conocen de primera mano la rítmica, las competiciones se establecen por niveles, edades y categorías. Sin ánimo de entrar en demasiados tecnicismos y aplicándolo directamente a nuestra portagonista, diríamos que Maider Orbe compite en un nivel élite, la primera categoría. Después, estaría la categoría de honor donde se enmarcan las compnentes de la selección española.
El subcampeonato en la clasificación general del campeonato de España y la plata con las mazas. «mi peor aparato, porque mi mejor ejercicio lo llevo siempre con la pelota», tienen un valor añadido para una gimnasta que siempre está y se la espera. Tampoco ha pasado desaparecibida para la federación española. «Estuve con 14 o 15 años en controles que se hacían para entrar en la selección. Es muy difícil estar entre las elegidas. Con la selección vasca he estado hasta ahora. Cuando te llaman y te dicen que quieren hacerte un seguimiento sientes que tu trabajo es bueno y te da impulso para seguir» confiesa.
Rozar con los dedos la puerta del equipo nacional no es algo que le haya quitado el sueño. «Con menos años, te diría que me gustaría y trabajaría para ello. Ahora con 20 años, te digo que he llegado hasta donde he podido, he disfrutado mucho de la gimnasia y creo que he hecho disfrutar. La gente que está en la selección tiene más presión y yo con presión no funciono bien. Así que con mi categoría, me quedo contenta con lo que he hecho hasta ahora»
Discreta, elegante, competitva, es una de las grandes representantes en activo de la rítmica vitoriana, al nivel de las internacionales, ahora en el combinado español y becadas en el centro de alto rendimiento de Madrid, Teresa Gorospe o Salma Solaun, compañeras durante muchos años de entrenamientos en el polideportivo de Abetxuko. sede del club Beti Aurrera. . Siempre bajo la supervisión de su entrenadora Marga Armas. «Te diría que técnicamente es una de las mejores entrenadoras de España. Sabe mucho. Ella monta los ejercicios, la coreografía y nosotras lo ejecutamos en el tapiz. Por eso digo que técnicamente es impresionante. Sabe sacar lo mejor de nosotras» describe orgullosa de quien ha sido su mentora durante tantos años.
Detrás de cada entrenamiento, prácticamente diario, hay otra vida. la de una joven con sueños y un futuro por labrar. Desde hace tres años, a la vida sacrificada de su deporte se añade la exigencia de sus estudios universitarios y los viajes diarios desde Vitoria hasta San Sebastián. «Resulta estresante en ocasiones porque apenas tengo tiempo. El ir y venir de Donosti supon e muchas horas. . Además, el año que viene estaré en el tercer curso de Pedagogía y comenzaré con las prácticas. Ya veremos qué decido» deja caer. ¿Acaso es una despedida de la gimnasia?
«Aún no he tomado ninguna decisión. La gimnasia forma parte de mi vida .No quiero decidir nada a la ligera. Ahora quiero descansar y viajar. Tampoco quiero dejarlo de golpe» advierte mientras explica por qué quiere ejercer como pedagoga. «Me gusta tratar con la gente, escuchar sus problemas. Creo que puedo ayudar mucho» argumenta.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La NASA premia a una cántabra por su espectacular fotografía de la Luna
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.